Así lo pusieron de manifiesto hoy el delegado del gobierno en Asturias, Antonio Trevín y el director provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social, Alfredo Cerezo, en una rueda de prensa ofrecida en Delegación de Gobierno para dar a conocer los datos referidos a la Seguridad Social en Asturias en 2009.

Trevín, que indicó que es lógico que a consecuencia de la situación de crisis se incrementen las empresas que solicitan aplazar los pagos y destacó los convenios y acuerdos a los que se llegan con las compañías son fundamentales para el mantenimiento de la actividad empresarial y el empleo.

Explicó que la mayoría de las compañías que acuden a estas medidas son pequeñas y medianas empresas y autónomos. Así la deuda que se pide aplazar no supera en el 95,7% de los casos los 30.000 euros.

Alfredo Cerezo indicó que en estas circunstancias es fundamental el mantenimiento de la actividad empresarial por lo que cobran especial relevancias las medidas de aplazamiento de los pagos.

Recaudación ejecutiva.

En cuanto a la recaudación en vía ejecutiva, la misma se incrementó en el Principado un 10,8% en el último año, pasando de los 32,7 a los 36,3 millones de euros. "Estamos hablando de una mejora y un esfuerzo importante en la recaudación ejecutiva que nos trae consigo unas buenas cuentas y Seguridad Social sólida para atender a la ciudadanía", dijo Trevín.

Cerezo manifestó que la recaudación ejecutiva lleva años mostrando una línea ascendente gracias a la mejor preparación del personal y las mejoras en el trabajo diario.

Tanto Trevín como Cerezo destacaron también los bajos niveles de morosidad, aunque pasaron del 0,58% de 2008 al 1,12% de 2009. Se trata de cifras inferiores a la media nacional, donde la tasa de morosidad se situó en el 1,99%.

Alfredo Cerezo destacó la necesidad de seguir controlando los índices de morosidad y vigilar además que la cotización del trabajador sea la adecuada a su situación laboral. En este sentido manifestó que en épocas de crisis se nota cierta tendencia al fraude, de ahí que se requiera un mayor esfuerzo de la inspección de trabajo en centrar la vigilancia de las cotizaciones. No obstante añadió que en estos momentos y vistos los resultados no se detectan fraudes que se escapen al control.

En cuanto a las previsiones de 2010, Cerezo manifestó que a pesar de que será un contexto de crisis, se espera que sea un año positivo y acabar el ejercicio con un superávit de algo más de 4.000 millones de euros.