Agro.- La Junta apuesta por una Indicación Geográfica Protegida del cultivo del olivar en la provincia

La Junta de Andalucía está debatiendo con las denominaciones de origen (DO) de aceite de la provincia de Jaén para abordar y debatir sobre la posibilidad de implantar una Indicación Geográfica Protegida (IGP), lo que consideró una "oportunidad" ya que se trata de un reconocimiento que no sería incompatible con las DO existentes y que en todo caso generaría un "doble valor" a esos productos.

En declaraciones a Europa Press, la delegada del Gobierno andaluz en Jaén, Teresa Vega, detalló que en la provincia hay tres denominaciones —Sierra Mágina; Sierra de Segura y Sierra Cazorla— después de que la Unión Europea (UE) retirase esta protección a Sierra Sur y de que Campiñas de Jaén decidiera retirar el expediente que venía tramitando en la UE para la calificación de DO y agregó que en este contexto es en el que se enmarca el trabajo de la Junta para "buscar las figuras de calidad que existen en la Unión Europea".

Vega indicó al respecto que la DOP y la IGP son dos figuras "fundamentales y muy parecidas" en las que los requisitos para la primera son que sea un producto originario de una región cuya calidad o características se deben al medio geográfico con sus factores naturales y humanos y cuya producción, transformación y elaboración se realicen en una zona geográfica delimitada.

Los aspectos condicionantes de la IGP son que se trate de un producto originario de una zona que posea una cualidad determinada, una reputación u otra característica que pueda atribuirse a dicho origen geográfico y cuya producción, transformación o elaboración se realicen en una zona geográfica delimitada.

Las diferencias entre una DOP y una IGP consisten en que en un producto con DOP la producción, la transformación y la elaboración tiene lugar en una misma zona geográfica mientras que en un producto con IGP no es una obligación que todas las fases se realicen en esa misma zona geográfica así como que en un producto con DOP el vínculo es más estricto que en uno con IGP. "Las indicaciones geográficas son figuras muy parecidas a las DO, pero tienen que poseer una cualidad determinada que se atribuya a esa zona geográfica", especificó.

"oportunidad para toda la provincia"

A juicio de Vega, se trata de una "oportunidad" para plantear esta figura al amparo de Campiñas de Jaén y que "podría ser una oportunidad de incluir a toda la provincia". Además, no dejó pasar por alto que puede haber "recelos" de las DO, que han realizado un "trabajo extraordinario" y han conseguido un nombre y prestigio, si bien subrayó que no tienen que renunciar a ese esfuerzo y sí entender que "un producto que venga de una DO y además en una Identidad Geográfica tiene un doble valor". Así, remarcó que ahora están en un proceso de "diálogo conjunto" para analizar con detalle la situación.

"Es un doble valor para el producto, con el etiquetado con ambas condiciones. Estamos en el germen de esta iniciativa que estamos impulsando desde la Junta y creemos que es importante el diálogo y el debate con las DO", manifestó.

La delegada del Gobierno andaluz en Jaén, tras indicar que ambas figuras están reguladas en el reglamento (CE) 510/2006 del Consejo del 20 de marzo de 2006, insistió en que son "oportunidades" y que todo camino tendente a la concentración redunda en la mejora de las condiciones del producto en el mercado y todo ello sin restar "ni calidad ni diferenciación".

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