Son pocos pero sus delitos son los más llamativos. El Departament de Justicia ya ha encontrado al primer recluso que se someterá voluntariamente a la mal llamada castración química, que es un tratamiento farmacológico para reducir el apetito sexual entre violadores condenados.

Según explicó el secretario de Instituciones Penitenciarias, Cataluña suma 25 internos que en los próximos seis o siete años saldrán de la prisión. De ellos, 18 son susceptibles de participar en un programa de tratamiento, que se ha ofrecido a dos personas, de las que finalmente ha aceptado una, que será la primera. De todos modos, no será hasta que el preso esté a punto de abandonar el centro penitenciario cuando se hará el tratamiento.

La consejera de Justicia, Montserrat Tura, que ve "inconstitucional" la cadena perpetua en España, recuerda que la Carta Magna atribuye a las prisiones la función de rehabilitar y sostiene que sólo una minoría de internos reincide tras la libertad.