El escritor y político Joaquín Leguina recoge en su nuevo libro, 'La luz crepuscular' (Alfaguara), "la novela de la su generación, los hijos de los vencedores de la Guerra Civil que toman conciencia de la situación y luchan contra Franco, dejando muestras de la pasión con la que vivió su faceta política".

En declaraciones a los periodistas, el que fuera presidente de la Comunidad de Madrid desde 1983 hasta 1995 confesó que ha querido escribir la novela de su generación, aunque parezca "pretencioso" para lo que ha contado con un personaje protagonista basado en él mismo, lo que le ha permitido hacer una novela que "no esté en clave, sino que aparezcan las personas con nombres y apellidos en el ámbito público".

Aclaró que "quien quiera buscar las novias de Leguina, no las encontrará". Asimismo, aseguró que se trata de una novela "sentimental, mostrando su pasión política, no una novela sobre el poder político".

En este sentido, el político socialista señaló que "el protagonista no se pone medallas, lo cual está a mil años luz de unas memorias, que suelen escribirse para ponerse medallas". "La novela debe ser el intento de llevar la vida con toda su complejidad al lector", destacó.

Autor de 'Conocer gente: recuerdos casi políticos', dijo que en esta ocasión se ha permitido "todas las libertados que ha podido ateniéndose a la verdad de su generación con todas su complicaciones, errores e ilusiones".

"vida marcada por el dictador"

Con respecto a los errores de esta generación, Leguina afirmó que éstos son "inducidos por la vida que tuvieron que llevar, marcada por la dictadura, pues el dictador siempre duerme contigo en la cama". Asimismo, entre otros fallos resaltó "creer en ciertas cosas que hay que ser ingenuos para creer", así, comentó que ellos pensaban que "iba a caer el franquismo y el capitalismo y que vivirían en un paraíso terrenal, es decir, una ingenuidad que se paga".

El escritor cántabro narra su experiencia en la Revolución del Mayo del 68 en París, el triunfo y la caída de Allende en Chile, la transición española o el poder político de esa generación, entre otros episodios. Leguina, que refleja en el libro su desencanto por los intelectuales que habitaban en el París revolucionario del 68, consideró "moderado" su mirada, pese a que "los pone a parir", pues "ellos mismos se han retratado", dijo.

Aseguró que todo ese movimiento fue "una gran mentira y dentro de unos años no quedará nada de eso, excepto él que tomaban a broma entonces, Guy Debord, autor de 'La sociedad del espectáculo', "el primero que ve que la televisión está cambiando la vida y la sociedad", señaló.

Pese a recoger muchas "desilusiones" en el libro, confesó "seguir teniendo convicciones, de ahí que se atreva a meterse en la harina del pensamiento político". Por otro lado, explicó que uso de dos voces en la novela, una personal y otra de un narrador, permite contar las cosas que le protagonista no se atreve desvelar.

Leguina, que visitó hoy Sevilla para promocionar su obra, confesó ser consciente de los riesgos que suponía la escritura de esta novela, si bien "redunda en beneficio del libro, perjudica al autor como persona".

"patriotismo y generosidad"

Leguina, secretario general de la Federación Socialista Madrileña desde 1979 hasta 1990, afirmó que la transición "no fue una casualidad" como hacen ver un movimiento revisionista y que se reflejan en libros 'Anatomía de un instante', de Javier Cercas. Al hilo de esto, aseguró que "no fue casualidad que Carrillo predicara la reconciliación nacional, que González o Guerra se avinieran a empujar una constitución con la que en parte no estaban de acuerdo o que Suárez se bajara del carro del movimiento nacional para traer la democracia" y precisó que esto "habla de la generosidad y el patriotismo de estos personajes y no de cobardía como ahora se le quieren tachar, pues que se tiren al suelo durante el golpe de Estado de Tejero no es de cobarde".

"Fueron unos patriotas que quisieron traer la democracia y la trajeron, hay que agradecérselo", dijo, al mismo tiempo que señaló que "ese revisionismo que viene, por casualidad, de la mano del nuevo socialismo que ha llegado al poder, así como la revisión de la Guerra Civil, que ya estaba bien estudiada y en manos de los historiadores y no de los políticos". En este sentido, indicó que "los políticos actuales son los menos indicados para hablar de la transición porque quizás tengan el síndrome 'freudiano' de matar al padre".

Aunque afirmó que "no volvería a la política activa, si le llaman volvería a pecar". No obstante, aclaró que "aquí no llaman, hay que abrirse paso a codazos".

"sobrevivir a la presidencia zapatero"

Lector de los escritos del pensador Rafael del Águila, señaló que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "no pasa por sus mejores momentos, pues las decisiones que ha tomado últimamente hace pensar que se ha caído del caballo como Saulo pero no camino de Damasco, sino camino de Bruselas o Davos (Suiza) donde le han dado unos rapapolvos de mucho cuidado en el último Foro Económico Mundial".

Además, apuntó que espera que "esta lucha de realismo le permita salir de algunas ensoñaciones, pues no hay mal que por bien no venga". En este sentido, dijo que "estas ensoñaciones las tiene toda por escrito y cuando sea el momento las publicará, ya que considera que sobrevivirá a la presidencia Zapatero, porque tiene una buena salud".