El nuevo carril bici tendrá una longitud de cuatro kilómetros, los que separan el puente de Tía Juliana del centro de interpretación del Valle Esgueva, situado en Renedo, donde se conectaría con el resto de la senda verde, de 10 kilómetros, hasta Villarmentero.

Estará asfaltado y no con arena debido a que lo atraviesan varios caminos agrícolas y el paso de los tractores lo podría dañar. También tendrá un puente de madera sobre el Esgueva.

Esta obra requiere una inversión de 380.000 euros y tiene un plazo de ejecución de cuatro meses, lo que permitiría a los ciclistas utilizarlo en la próxima primavera.

Este tramo era una demanda de la plataforma Pibel, que integra 35 asociaciones de Pilarica y Belén.

En el pleno de ayer también se debatió sobre el uso de la bici. Izquierda Unida reclamaba un estudio para implantar una red de carriles que conecten los barrios con el centro para fomentar este medio de transporte. El PP la rechazó, pero se comprometió a analizar con la Asamblea Ciclista la conexión de los carriles bici existentes, que están separados.