Demandó así que se intensifiquen las políticas de estímulo a la economía y al empleo y el gasto público "necesario" para lograr poner fin a la actual "escalada" del desempleo, que según dijo "parece no llegar a su fin".

A través de una nota de prensa, el sindicato recordó que 2009 se cerró con un bagaje "claramente negativo que profundiza en la adversidad del contexto laboral" en la comunidad con 13.100 ocupados menos (15.700 empleos desaparecidos en el último año) 9.900 parados mas (16.100 en el conjunto de 2009) y la retirada por el "efecto desánimo" de 3.200 activos (400 mas en la comparativa interanual).

Estas cifras con ser "cuantitativamente menos malas" que las registradas en el cuarto trimestre de 2008, indicando un debilitamiento del ritmo de deterioro del mercado de trabajo, "lo cierto es que no muestran ningún atisbo de confianza en el futuro mas cercano".

Asimismo, añadió que el hecho de que Extremadura sea la cuarta comunidad donde más ha crecido el desempleo en el trimestre analizado, "enturbia de alguna manera" la comparativa interanual en la que continúa como la región donde menos ha subido el desempleo en el último ano.

Y aunque valoró "positivamente" la "mayor resistencia" de Extremadura al incremento del paro, insistió en que una tasa de paro del 21,26% "es muy preocupante" y que supone "una carga muy pesada sobre la economía".

En concreto, UGT indicó que en este último trimestre de 2009 el comportamiento sectorial indica que se produjo una pérdida de empleo generalizada en todos los sectores económicos, encabezados por la construcción con 3.900 empleos menos, seguida por la agricultura y la industria y los servicios.

Igualmente, apuntó que de los 15.700 empleos que se han perdido en el último año, el 70 por ciento eran ocupados de la construcción, lo que también explica a su juicio el hecho de que los varones con 12.000 empleos menos se hayan visto más afectados que las mujeres (*]3.700) en la pérdida de ocupación.

Primer empleo

Con respecto al desempleo en los últimos meses del año pasado, recordó también que el paro aumentó principalmente en los demandantes de primer empleo y en los parados de larga duración (+5.500), duplicando el incremento que se registro en sectores como la agricultura (+2.300) o los servicios (+1.500). En el último año, de los 16.100 nuevos desempleados casi el 80 por ciento pertenecían al colectivo de parados que buscan un primer empleo o llevan mas de un año en paro.

Además, UGT apuntó que en el cuarto trimestre de 2009, 11.300 asalariados extremeños perdieron su empleo y esto se tradujo en una caída de la tasa de temporalidad desde el 37,2% hasta el 36%. Su origen está según dijo en la destrucción de 7.900 contratos temporales junto a 3.400 contratos indefinidos.

Por sexo, el desempleo aumentó en mayor medida en los varones (6.200) frente a 3.700 en las mujeres. En la comparativa interanual, por el contrario, el número de mujeres paradas se incrementó en mayor medida (8.400) que el de varones (7.600).

En conjunto, según UGT se continúa "inmerso" en un contexto de destrucción de empleo, fruto del "estancamiento" de un patrón de crecimiento "desequilibrado" basado en la construcción y el consumo de las familias, con un tamaño de las empresas "muy pequeño" que genera "poco" valor añadido y una cultura empresarial que "apuesta por la temporalidad".

"No estamos avanzando suficientemente en la superación de este modelo caduco de crecimiento y en la sociedad impera una impresión de incertidumbre que tampoco ayuda a la recuperación", apuntó el sindicato.

Estructura productiva

Finalmente, UGT Extremadura consideró que el problema que existe en el mercado laboral está directamente relacionado con la estructura productiva y que "no tiene nada que ver con las normas laborales", por lo que la reforma laboral "no es la solución a la destrucción de empleo".

Ello no es obstáculo para reconocer —indicó— que resulta "perentorio" desde el marco del diálogo social tomar medidas para incentivar la contratación, para proteger derechos de los trabajadores, facilitar el instrumento de la reducción de la jornada laboral para que los empresarios lo utilicen como alternativa a la rescisión de contratos e iniciativas que mejoren la cualificación y la formación, dirigidas sobre todo a los jóvenes, que con "mayor dureza" están sufriendo las consecuencias de la crisis.