Un coche bomba mató a 23 personas e hirió a otras 46 cuando salían del centro religioso. La cifra de víctimas era provisional al cierre de esta edición, ya que los alrededores de la mezquita estaban repletos de gente comprando lo que necesitaban para la festividad musulmana de Aid El Fetr, que los chiíes celebran mañana y que marca el fin del mes de ayuno de ramadán.

La localidad de Musayyib, de mayoría chií, está dentro del denominado triángulo de la muerte, donde son frecuentes los ataques de los grupos insurgentes. El más sanguinario se produjo el 17 de julio, cuando un suicida hizo explotar un camión de combustible, matando a 98 personas e hiriendo a 75.

Los otros dos atentados de ayer se produjeron en Bagdad. En el primero, una bomba explotó al paso de una patrulla del Ejército iraquí, acabando con la vida de cinco soldados. El segundo mató a cinco civiles cerca de un mercado en el distrito Doura, en el sur de la capital.

Los EE UU también informaron ayer de que el martes murieron cuatro de sus soldados en la ciudad de Ramadi, feudo de la insurgencia en Irak.