Ese año, según consta en el relato de la acusación pública, el acusado, de nacionalidad boliviana, y su pareja, residían en el domicilio de la hermana de ésta, cuando una noche, sin motivo aparente, el hombre le exhibió un cuchillo de cocina y con la finalidad de amedrentarle le dijo que le iba a matar.

En marzo de 2008, mientras la pareja paseaba por una calle de Valencia, cuando se celebraban las Fallas, el hombre le dio una patada. Así mismo, en julio del mismo ejercicio, la pareja —que ya vivía sola en un piso de Valencia— seguía teniendo discusiones por los celos de él, con lo que se inició una nueva disputa para impedir que ella realizara una vida laboral y social con normalidad. Así, le rompió la ropa y el pasaporte, y le golpeó en los brazos.

Ésta última pelea hizo que la mujer decidiera poner fin a la relación de manera definitiva, por lo que le abandonó y se fue a vivir con su hermano y su esposa, en Valencia. Pese al distanciamiento entre ellos, hablaban con frecuencia por el bien de los hijos que tenían en común, e incluso el hombre frecuentaba la vivienda en la que residía su ex pareja, ya que tampoco aceptaba el fin de la relación.

El 27 de septiembre de 2008, sobre las 18.00 horas, el hombre fue a comer a casa de su ex pareja, y cómo ésta le ignoraba, cogió un cuchillo del interior de la cocina, y aprovechando que se encontraba de espaldas hablando con su cuñada, se lo clavó en la espalda, a la altura del hombro izquierdo.

Pese a la gravedad de esta herida, la mujer se dio la vuelta e inició un forcejeo con el hombre que le llevó hasta el sofá del salón, donde primero cayó él, y encima ella. Allí, él continuó agrediéndole con el cuchillo, mientras su ex pareja se lo intentaba arrebatar. Al final, lo rompió en dos partes.

En ese momento, la mujer se levantó y comenzó a correr, seguida por él. No obstante, como consecuencia de sus heridas, falleció sobre las 19.30 horas en el zaguán del inmueble, a la altura del ascensor. El hombre huyó, fue interceptado por transeúntes y detenido por la Policía.

Por todo, el fiscal pide para el hombre una pena de 22 años de cárcel por tres delitos de maltrato, un delito de amenazas, otro de homicidio y uno más de violencia habitual. Además, reclama una indemnización de 150.000 euros para los cuatro hijos respectivamente. El juicio contra este hombre se ha señalado para el próximo día 2 de febrero, en la sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia.