Imparten misa en una peluquería tras derrumbarse la iglesia del pueblo

  • Ha ocurrido en Belerda, una pedanía de Guadix (Granada).
  • El temporal de las últimas semanas provocó el derrumbe de la iglesia.
  • El párroco insiste en que lo importante no es el lugar sino las personas con las que se comparte la misa.
  • No hay fecha para el final de esta situación improvisada, ya que aún se requiere de un proyecto y una financiación.
Misa en una peluquería.
Misa en una peluquería.
CANALSUR
Misa en una peluquería.

El temporal de lluvia, nieve y viento que ha asolado el país en las últimas semanas ha hecho que en Belerda, una pedanía de Guadix (Granada), las misas y las citas con la peluquera compartan un salón social tras derrumbarse la iglesia del pueblo el pasado 28 de diciembre.

Lejos de sonar a inocentada, el párroco de este pueblo -de apenas 200 habitantes-, Salvador Cifuentes, ha relatado que el traslado hasta este salón era la opción más factible, aunque ha asegurado que lo importante no es el lugar donde se imparten las eucaristías sino las personas con las que se comparte "un momento sagrado".

Cifuentes reconoce que lleva bien el hecho de que santos y utensilios de belleza compartan espacio, ya que la peluquería sólo está operativa unas dos veces por semana, por lo que las citas con la estilista rara vez coinciden con los cultos religiosos.

En sus 10 años como cura del pueblo, y 17 dedicado a este oficio, ha dicho que nunca antes había vivido algo similar porque "nunca" se le había hundido la iglesia; aunque ya tuvo que impartir misa en una escuela de otro pueblo pequeño.

Aún así, ha reconocido que siempre se ha adaptado a las circunstancias y a la gente, y que "gracias a la colaboración vecinal" el salón social se ha convertido en lo que es: "Hemos colocado unos biombos que separan ambas actividades y las mujeres lo tienen todo muy limpio", ha dicho.

Dado que en el pueblo la mayoría de sus habitantes son personas mayores, los funerales son lo único que se sale de las previsiones de Cifuentes, ya que si durante una eucaristía la asistencia de fieles es de una veintena, a un entierro "van muchas más personas".

El párroco se ha mostrado confiado en que, en el tiempo en el que permanezcan en esta iglesia improvisada, se produzca el menor número de defunciones posibles: "Hay que subir unas escaleras en forma de ese, lo que complicaría el traslado de los féretros; además de que no contamos con mucho espacio".

"Si hace buen tiempo las misas de los funerales las oficiaríamos en el cementerio", ha explicado como medida alternativa mientras vuelven a la parroquia derruida, algo que ve "complicado" ya que aún es necesario un proyecto para el nuevo templo y la financiación con la que se va a pagar.

Por suerte para el párroco, en Belerda no se espera que en las próximas fechas se celebren bautizos, comuniones o bodas, lo que hace que la situación "sea menos grave".

Secadores, tijeras y rulos comparten lugar con el agua bautismal y las imágenes a las que los fieles veneran en esta iglesia improvisada en la que cultos y belleza tienen reservado su espacio.

Mira aquí el vídeo:

Mostrar comentarios

Códigos Descuento