Según informó hoy la Policía en un comunicado, en el marco de dicha operación, en la que fueron detenidos M.P.M.L, de 41 años, J.M.L., de 38 años, y M.C.C.C., de 32 años, todos ellos vecinos de Córdoba, se intervinieron 29 envoltorios de diferentes pesos con cocaína, 18 'bellotas' de hachís, con un peso aproximado de 230 gramos, 3.000 euros en efectivo, básculas de precisión, material para la fabricación de 'papelinas' y diversas armas blancas.

Esta operación se inició en el pasado año, al tener conocimiento los agentes de que un clan familiar afincado en varias viviendas del un bloque de la calle Torremolinos vendía cocaína y hachís a pequeña escala.

Como consecuencia de ello, los agentes dispusieron los pertinentes dispositivos policiales de vigilancia, pudiendo comprobar que gran cantidad de personas se dirigían a diario a los bajos de dicho bloque, así como a otras dos viviendas del bloque, con el fin adquirir sustancias estupefacientes, consumiéndolas en ocasiones en uno de los pisos del edificio, que los ya detenidos tenían habilitado como 'fumadero'.

Durante las investigaciones se pudo concretar exactamente las viviendas donde se venía produciendo la actividad ilícita y donde, presuntamente, se fabricaban las dosis, identificándose también plenamente a las personas que se dedicaban a ello. De hecho, los agentes pudieron observar en numerosas ocasiones a los ahora detenidos realizando las ventas, a plena luz del día, fuera del domicilio.

Ayer, disponiendo de sendos mandamientos judiciales de entrada y registro para los inmuebles mencionados, la Policía estableció sobre las 18,00 horas un despliegue en la zona, contándose con el apoyo de la Unidad de Prevención y Reacción de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Córdoba, que colaboró activamente con los investigadores que se encontraban realizando los registros domiciliarios, donde fueron intervenidos las sustancias estupefacientes y los efectos ya reseñados.

Les arrojaron piedras

Una vez finalizados los registros y al dirigirse los agentes a los vehículos policiales junto con los detenidos, una multitud que se agolpaba en la calle comenzó a arrojar piedras y otros objetos contra los policías, poniendo en grave peligro, tanto su integridad física, como la de los propios detenidos, por lo que los agentes se vieron obligados a intervenir para restablecer la situación.

Se da la circunstancia de que dos de los detenidos en la operación, cuentan con numerosos antecedentes policiales por hechos similares, estando uno de ellos incluso en libertad condicional por tráfico de drogas.

Los investigadores no dan por cerrada la operación, por lo que no se descartan nuevas detenciones próximamente, derivadas del estudio de la documentación intervenida.