El Consell lamenta que el Gobierno "vuelva a atacarle" con el 'parany' y haga oídos sordos para proteger esta tradición

El Gobierno valenciano lamentó hoy que el Ejecutivo central "vuelva a atacarle" con la Ley de Caza de la Comunitat de 2009, que permite la modalidad del 'parany', y haga "oídos sordos" a su trabajo para proteger esta tradición, según informaron a Europa Press fuentes de esta institución.

El Consell se pronunció en estos términos después de que el Consejo de Ministros aprobase hoy un acuerdo por el que solicita al presidente del Gobierno la interposición de un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Caza de la Comunitat Valenciana de 2009, que modifica en varios artículos a la anterior normativa de 2004 sobre la materia y que permite la modalidad del 'parany'.

Al respecto, desde el Gobierno valenciano mostraron su "sorpresa" porque "cada semana, todas las iniciativas del Gobierno van contra los intereses o costumbres de la Comunitat". Así, nombraron, en primer lugar, "que nos quitan el agua; luego van contra la rehabilitación del barrio del Cabanyal; y ahora toca ir en contra de una tradición como es el 'parany', muy arraigada en la autonomía".

Así mismo, se extrañaron de esta oposición puesto que esta ley fue aprobada en las Corts con el apoyo del PP, del PSPV y el Bloc, con lo que no comprenden si "en Valencia, el PSPV aprueba unas cosas, y luego en Madrid, su mismo partido, va en contra de las decisiones que ha apoyado".

Además, lamentaron la falta de conocimiento por parte del Gobierno central de lo que se pretende realizar en esta ley, y concretaron que lo que persigue es "defender una tradición valenciana, no se trata de permitir una caza masiva como dicen, sino de que se realice una caza selectiva".

Puntualizaron que están trabajando para reglamentar esta normativa, en la que se persigue "dar formación específica a los que practican este tipo de caza; fijar una sustancia para cazar que permita volver a soltar a las aves". "Se está trabajando y en la Comunitat conoce esta normativa todo el mundo, no sabemos por qué en Madrid han hecho oidos sordos al trabajo para proteger esta costumbre y mantener esta tradición".

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