Desde el 18 de noviembre el reactor se encontraba detenido tras registrar una parada automática, por el mal funcionamiento de una turbobomba de agua de alimentación de los generadores de vapor, lo que originó el inicio de unos trabajos de mantenimiento que se prolongaban desde entonces.

El suceso no tuvo repercusión para los trabajadores, la población ni el medio ambiente, y los sistemas de seguridad actuaron según lo previsto. Un mes antes la central había completado su vigésimo proceso de parada controlada por recarga de combustible, si bien ya tuvo problemas atribuidos a un "error humano" por la realización de un primer arranque fallido.

La Anav descartó en su momento valorar cuánto tiempo requeriría reparar la turbina, con la intención de primar la calidad del trabajo al cumplimiento de unos plazos, según informó entonces.

La vuelta a la normalidad de Ascó I —Ascó dispone de otro reactor, el II— coincide en el tiempo con la polémica sobre la posible instalación de un Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en la zona.