Trabajadores de astilleros inician protestas en próximos días y piden que se anule la venta de la factoría

Los trabajadores de los astilleros de Sevilla iniciarán en los próximos días acciones 'sorpresa' de protesta, que irán 'in crescendo', en contra de la "pantomima" que, a su juicio, están ejecutando los actuales propietarios de la factoría, por lo que pidieron bien la "expropiación" de la empresa o que "se anule la operación de venta" de la factoría sevillana que en su día se efectuó a sus actuales empresarios.

Fuentes del comité indicaron a Europa Press que estas movilizaciones, de carácter sorpresivo, se desarrollarán en los próximos días, para mostrar su "rabia" e "impotencia" por la actitud de los empresarios "que se están pasando de castaño oscuro y están mostrando su falta de humanidad", según indicaron los trabajadores.

Los trabajadores precisaron que con estas movilizaciones, que irán 'in crescendo', pretenden "mostrar el malestar e indignación" de la plantilla, que, según aseguraron, "no se va a quedar de brazos cruzados de brazos".

En ese sentido, consideraron que los propietarios de la empresa "están obstaculizando y boicoteando el proceso de salida para la factoría de astilleros de Sevilla que ha puesto en marcha la Junta, que era signo de garantía y de futuro para el sector naval privado".

"Están boicoteando la aplicación de la hoja de ruta al cien por cien, sin importar ni el futuro del sector naval ni de las miles de personas que viven del mismo", aseveraron las fuentes.

Los trabajadores asimismo lamentaron que "no se le aplica con contundencia la ley y las medidas jurídicas que hay que aplicar, cuando la Junta y el Gobierno saben que los empresarios son los únicos culpables de habernos llevado a esta situación caótica, que puede derivar en una situación muy complicada, que nadie quiere".

"La dirección de astilleros no quiere hacer nada, sólo caen en una pantomima al proponer como apoderado a una persona que forma parte de la empresa, en concreto de la dirección de astilleros de Sevilla, y, por tanto se trata de una persona que forma parte de la quiebra de la empresa", añadieron las fuentes que consideraron que esta actitud "es reírse de todos, de trabajadores, armadores, proveedores y demuestra su mala fe".

Por ello, pidieron a las administraciones que "expropien o anulen la venta de los astilleros de Sevilla, que tras tres años ha demostrado ser un fracaso, cuando sabemos que hay alternativa de futuro para los astilleros y hay proyectos interesantes".

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