El delegado territorial de la ONCE en Cantabria, Manuel Martínez Pan, defendió hoy que el cierre de sus sedes en Torrelavega y Laredo no supone "ningún tipo de pérdida" en la calidad de la atención, el número de servicios que se prestan ni en los puestos de trabajo de la organización.

En declaraciones a Europa Press, el representante de la ONCE explicó que el cierre de estas sedes, desde el pasado 31 de diciembre, se decidió ante el bajo uso de algunos servicios, algunos de los cuales se venían haciendo, desde 2004, a través de terminales de los puntos de venta por parte de los propios vendedores.

De esta forma, rechazó las críticas de Comisiones Obreras, sindicato que se concentró para exigir la reapertura de la oficina de Torrelavega, en una medida que la formación considera que perjudica a los afiliados, al obligarles a desplazarse, y a los servicios que se prestaban.

El delegado territorial de la ONCE subrayó que en el plano laboral, se ha reintegrado a los empleados de estas sedes en la central de Santander.

Con el director de Torrelavega se llegó a un acuerdo "pacífico" y se produjo el despido, a finales de diciembre, de la "única" auxiliar administrativa de esta agencia, que trabajaba a media jornada y que era delegada de Comisiones Obreras en el Comité de Empresa, situación a la que achaca las protestas del sindicato conflicto. Esta trabajadora se reincorporará a la sede de Santander "esta misma semana".

"Más interesados que nosotros en garantizar la calidad de los servicios, no va estar el sindicato", aseveró Martínez, quien enfatizó que en esta organización están a la "busca y captura" de los usuarios y trabajando en la ampliación de servicios y actividades.

Según detalló, en Torrelavega la asistencia media a actividades como la retirada del cupón fue de 3,5 vendedores por día durante 2009. Servicios como los pagos, las operaciones y las devoluciones se pueden hacer desde los terminales en los puntos de venta, y otros a través de las sucursales bancarias.

En cuanto a los servicios de atención personal a usuarios, los que se hacían físicamente en la sede fueron 28 durante el año pasado. El resto tratan de acercarse "al máximo" a donde se encuentren los beneficiarios, a quienes se trata de hacer un "traje a medida" en aspectos como la rehabilitación —en los domicilios o centros de trabajo— o la atención que se presta en centros educativos.

En total, la ONCE cuenta con 930 afiliados en el conjunto de la comunidad autónoma y con 260 trabajadores.