Esta casa es una ruina. Como cada año, la primera semana deja inolvidables imágenes para el recuerdo: la impertinente protestando a todas horas, la maleducada que sólo sabe insultar y el galán chismoso.

Pero esto no es todo. En su séptima edición Gran Hermano no podía prescindir de los chicos que asedian como aves de rapiña a la fémina más modosita y dulce de la casa, así como de los dos o tres que están de adorno hasta bien avanzado el programa.

Con todos estos perfiles denominación de origen 'GH', llegó la hora de la primera gala de nominaciones.

No hubo sorpresas hasta el final. Beatriz, que va de exquisita y no se da cuenta de que está ahí para que el público la odie, mantuvo un duelo muy igualado con Inma para ver quien sacaba más puntos para abandonar la casa.

La andaluza, una muchacha adicta a llenarse la cara de pintura que acabará siendo expulsada por su mala educación, no podrá cumplir su deseo de enfrentarse a su odiada Beatriz porque Arturo, el conciliador del 'hellooooo', el lloriqueo y el buen rollito, decidió salvarla de las nominaciones.

Ahora, Sara, Estrella o Inma abandonarán la casa el próximo jueves. Pero ninguna de ellas lo sabe ni lo sabrá. Arturo es el único que conoce los nombres de las personas que pueden marcharse, pero debe mantener el secreto respecto a los demás habitantes de Guadalix para que no les quieten el agua caliente y les concedan una fiesta mexicana.