Sanz Montes apoya a Munilla frente a una "minoría" del aparato político y clerical que concibe la Iglesia como "no es"

El arzobispo electo de Oviedo se pregunta por qué molesta Munilla si "no tiene más línea pastoral que la de la Iglesia".

El arzobispo electo de Oviedo se pregunta por qué molesta Munilla si "no tiene más línea pastoral que la de la Iglesia". "¿Tenía acaso un zulo de inquisición, organizaba guerrillas pastorales o entrenaba terroristas de incensario? No es así", dice.

El arzobispo electo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, apoya al obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, y lo defiende de una "minoría" del aparato político y clerical que concibe la Iglesia como "no es", a través de una carta abierta en la publicación religiosa 'Esta Hora' y recogida por Europa Press.

Saiz Montes señala que "como tantas veces sucede, este cura y luego obispo era saludado con enorme esperanza por la mayoría del pueblo de Dios sencillo y fiel, y denostado por la minoría del aparato político y clerical que durante demasiado tiempo habían concebido a la Iglesia tal y como la Iglesia de Jesús no es, rompiendo con la tradición de un pueblo particularmente religioso y eclesial".

El arzobispo electo de Oviedo comienza su escrito explicando que "no es la solidaridad corporativa" lo que le mueve a escribir esta carta, sino "una comunión verdaderamente fraterna" que ha manifestado en la discreción y que ahora quiere decir "en voz alta". Así, señala que han sido muchas las personas que han visto como un "exceso desmedido" lo "escenificado en cierto ambientes" ante el nombramiento de Munilla como nuevo obispo de San Sebastián.

Por ello, recordando que se conocen desde el seminario en Toledo, destaca su trabajo como párroco en Zumárraga, que le hizo famoso "no por la proximidad o lejanía a los postulados políticos de uno u otro signo, sino por anunciar a Jesucristo, por aparecer como fiel hijo de la Iglesia Católica". "Esta identidad cristiana no era reaccionaria, ni beligerante, ni politiquera. Era sencillamente eclesial", añade.

Además, Sanz Montes afirma que "los que practicaban la hostilidad hacia la Iglesia tenían enfrente a este sacerdote joven de sólidas convicciones y de profunda espiritualidad". Del mismo modo, apunta que "los que dentro de la Iglesia mantenían ambigüedades o claras disidencias en el campo litúrgico, sacramental, pastoral o teológico (y los había en todos los estamentos sin excluir ninguno), tenían también enfrente a José Ignacio Munilla".

Por qué molesta

Por ello, el arzobispo electo de Oviedo se pregunta en la carta por qué era "molesto". "¿Tenía acaso un zulo de inquisición, organizaba guerrillas pastorales o entrenaba terroristas de incensario? Quien le ha tratado, quien le ha escuchado, sabe que no es así", dice Sanz. Del mismo modo afirma que Munilla "no tiene más línea pastoral que la de la Iglesia".

"Podemos equivocarnos, en algún momento no llegar o traspasar la línea roja, pues nuestra humana condición da para eso y mucho más. Por eso pedimos perdón cada día en la misa, y cuantas veces haga falta. Pero no nos gusta que pongan en nuestros labios lo que jamás hemos dicho, o que digan que firmamos lo que nunca hemos escrito", defiende Sainz Montes.

Finalmente, el arzobispo electo de Oviedo, apunta que pueden ser "el pim-pam-pum de turno, dentro y fuera de la Iglesia" cuando a alguien no le gusta lo que sí dicen y afirman; e incluso crear "insidia y malestar" cuando alguien se empeña en escuchar de ellos lo que Dios y la Iglesia "no quiere decir" a través de sus labios.

"La tentación entonces es callarse o hablar de lugares comunes y piadosos, pero el Señor nos da la gracia de la fortaleza sin hacernos prepotentes, la gracia de la firmeza sin caer en la dureza, la gracia de la ternura misericordiosa sin caer en el sentimentalismo", indica Sainz Montes, que concluye afirmando que "a San Sebastián llega un joven y gran obispo".

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