Este dispositivo lo elaboró la Policía Nacional con la colaboración de los servicios de seguridad de los centros comerciales y en él participaron agentes del grupo de hurtos, de la brigada de seguridad ciudadana y de las comisarías de distritos, así como de la Jefatura Superior de Madrid.

En el marco de esta operación, se recuperaron efectos por valor de más de 6.000 euros y se intervinieron 12 bolsas preparadas para evitar las alarmas de seguridad y siete útiles para quitar las dispositivos de las alarmas. De igual manera, se levantaron 64 actas por incautación de drogas y 23 por armas blancas.

Uno de los objetivos de este dispositivo era la prevención de hurtos de las diferentes modalidades existentes como carteristas, descuideros de tiendas, hostelería y terrazas; así como los expertos en el 'método del pinchazo'.