Según la calificación fiscal, a la que tuvo acceso Europa Press, sobre las 12,00 horas del pasado 7 de agosto el menor, en unión de otras dos personas mayores de edad, sobre quienes se siguen las correspondientes diligencias, accedió al interior de una parroquia, donde los tres se subieron a los bancos y empezaron a caminar por los mismos.

En ese momento, entró en la iglesia la sacristana, de unos 60 años, que se encontraba realizando tareas de limpieza y venía de dejar la basura en un contenedor cercano. Al entrar, sorprendió a los tres jóvenes, les reprochó su conducta y les pidió por favor que se bajaran, a lo que contestó uno de los mayores de edad que "no se bajaban porque no les salía de la polla".

La mujer le pidió que hablase con respeto, dado el lugar en el que estaban. Ante esto, el joven llamó al menor y al otro compañero, y siguiendo las instrucciones del primero, la sujetaron por los brazos y con el "ánimo de atentar contra su libertad sexual", intentó que la mujer le hiciera una felación sin que llegara a producirse al ser interrumpidos por una persona que entró en la iglesia.

Por estos hechos, el fiscal pide además para el menor libertad vigilada durante dos años con la obligación impuesta como regla de conducta de asistir a un programa educativo de orientación y educación sexual.