El ‘chat’ del alcalde

Visto y no visto.
Media hora en un chat no da ni para empezar. Bueno, ni en el chat, ni en una biblioteca, ni en la barra de un bar... A los periodistas nos vendieron el martes un titular de lujo, y yo me monté mi película: «Pide lo que quieras, el alcalde está en el chat».

Era algo así como que Miguel Ángel Cámara quería celebrar el día de Internet atendiendo a los vecinos a través de un canal en la web municipal. Ninguna adicta a la vía no láctea habría desperdiciado ese momentazo. ¿A qué ritmo escribe el alcalde? ¿Utiliza todos los dedos? ¿Cuál es su nick? Lo busqué insistentemente y no lo encontré en www.ayto-murcia.es. ¿Dónde si no? Pero ni rastro del chat ni del chato.

¿Cuántos, como yo, intentaron atrapar al alcalde en la Red? ¿Por dónde se entraba al chat del alcalde? Todavía hoy sigo con la duda. Me consta que en el Gobierno de Valcárcel hay consejeros adictos a Internet, compañeros de partido que podrían echarle una mano al alcalde. Venga, hombre, anímese, un chatico no es nada.

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