Un vecino de Sevilla regala un centenar de muebles como medida anticrisis

  • Lo hace "sin ningún ánimo de lucro".
  • Ha convocado un reparto masivo a través de Internet.
  • La única condición es que las personas que quieran participar tengan escasos recursos y una situación delicada debido a la crisis.

Un vecino de Sevilla ha puesto en marcha la curiosa y novedosa iniciativa de regalar casi un centenar de muebles y enseres con el doble objetivo de renovar un apartamento y, además, ayudar a personas con escasos recursos que no se pueden permitir adquirirlos en el mercado debido a la crisis económica.

Desde un colchón de cama de matrimonio, dos mesitas de noche, cortinas o mantas, hasta dos sofás cama, una mesa camilla, un televisor o una vitrocerámica, son algunos de los enseres, muebles o artículos que ha repartido Álvaro González sin "ningún ánimo de lucro".

González ha explicado que la idea de la iniciativa "totalmente altruista" surgió al conocer a una persona que quería reformar su piso y deshacerse de todo el mobiliario que contenía, ya que pretendía renovar todo el apartamento.

Al encontrarse con el problema de no saber que hacer con todos los muebles González, sensibilizado con las necesidades de las personas con escasos o ningún recurso, decidió convocar una reparto masivo a través de Internet.

De esta manera, se puso en contacto con diversas asociaciones humanitarias y particulares que podían necesitar los muebles y los enseres.

La única condición que González ha puesto para poder acceder al reparto es que las personas tengan escasos recursos y que la crisis económica los haya dejado en una situación complicada.

Más de 40 personas de distintos puntos de la provincia de Sevilla han acudido a la convocatoria, ya sea por "curiosidad" o para adquirir alguno de los enseres que se ofertaban mediante correo electrónico.

En el momento de elegir el mueble deseado han tenido prioridad "los desempleados, las personas con hijos o los discapacitados", si bien González ha apelado a la "buena fe de la gente para que nadie se aproveche, ya que la idea es que los artículos se usen y no se vendan luego".

El reparto ha permitido que muchas personas hayan podido acudir a sus particulares rebajas.

Además, el organizador de la iniciativa ha resaltado la "función social de la propiedad privada" y espera que este tipo de iniciativas "se puedan copiar y la gente se conciencie de que las cosas se pueden reciclar y hay personas que necesitan lo que otros no quieren".

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