El 54,77 por ciento de las empresas de las Illes Balears, de todas las actividades, calificaron la marcha de su negocio durante el año 2009 de "mala" o "muy mala", a lo que cabe agregar otro 20,75% que la consideraron "regular". Sólo un 17,63% de los consultados la consideraron "normal", un 5,81% "buena" y un 1,04% admitieron que era "muy buena", unos índices que muestran insatisfacción ante los resultados obtenidos en tres de cada cuatro compañías.

Así lo muestra el 'Informe sobre la evolución económica del sector comercial de Baleares 2009', que presentó hoy la patronal Afedeco en Palma, y en el que se "reafirma" que la situación socio-económica actual "afecta al sector comercio de forma manifiesta", según señala el documento, que precisa que el 71,11% de los empresario entiende que su situación ahora peor que la que tenía en 2008.

Además, las páginas de este estudio anual también reflejan que "nadie" en el tejido empresarial balear se hace ilusiones y espera que 2010 sea un buen año para las empresas y, del total, un 4,5% "tiene serias esperanzas de mejora", aunque un 34% tiene claro a día de hoy que este año "será malo" para su actividad y, respecto al 60%, su perspectiva oscila entre la previsión de que sea un ejercicio entre regular y, todo lo más, bueno.

La gran mayoría de los empresarios consideran que la coyuntura socio-económica actual "afecta" a la actividad comercial, no hay excepciones en este caso —aunque un 11,11% considera que lo hará poco— y, por sectores, el más perjudicado es el de textil-confección, en el que "para muchos han sido las peores Navidades que se recuerdan", según precisa el informe presentado hoy por el presidente de Afedeco, Bartomeu Servera.

En cuanto a los periodos del año de actividad especial, un 41,67% de consultados reveló que la campaña de Navidad fue peor que la del año pasado, y sólo un 23,08% señaló que la actividad de ese periodo supondrá una mejora en los resultados medios del año 2009. Sin embargo, un 78,95% considera que las rebajas serán buenas, frente al 21,05% que tiene unas malas expectativas para este periodo, al que muchos comercios llegaron con elevados stocks.

A ello, cabe agregar que "a medida que los comercios salen de las calles comerciales por excelencia, su estado de opinión va empeorando", precisa el estudio; que, en el caso del sector de la distribución, especifica que, aunque se han mantenido los clientes, las empresas denuncian "retrasos importante en los pagos, en el mejor de los casos, y un aumento de la morosidad, en el peor de los escenarios", explica el documento de la patronal.

Tendencia a empeorar

La tendencia al "empeoramiento" es la tónica general en la mayoría de sectores de actividad empresarial, como los de flores, plantas y jardinería, el de venta y alquiler de películas de video, cuya mala situación se agudiza y "en algunos casos se comenta la posibilidad de cierre del negocio"; el de suministros industriales, cuyo principal problema es que se produce una "disminución" de los márgenes de beneficio.

Precisamente, a causa de esa circunstancia —que también afecta a otras actividades— a los suministradores les preocupa "sobremanera" la proliferación de la morosidad, así como las "enormes dificultades que sufren para obtener créditos" por parte de los bancos. Y, en el caso de los almacenistas de materiales de construcción, su temporada la consideran "mala a muy mala", con un descenso de entre el 20% y el 35 por ciento.

Reducción de márgenes

En el caso de las empresas de alimentación de tamaño mediano, el funcionamiento de su negocio en 2009 fue entre normal y regular, con una caída de actividad de un 15% y una reducción "importante" de los precios de venta al público, que arroja una media del 12%, con el objetivo de "ajustarse a la realidad económica de los consumidores", con lo cual, "ha visto mermados" de una manera sensible sus márgenes.

Finalmente, el descenso de actividad afecta también a otras actividades, como bricolaje y pinturas (40%-60%), o bien, las joyerías y relojerías, que registraron "importantes descensos" en las ventas. Mientras que los SPAs y wellness crecieron entre un 15% y un 25%. Por su parte, las peluquerías acusaron la competencia de los comercios chinos más que cualquier otro factor.