Notas, pellas, mal comportamiento y cualquier incidencia en clase se introduce en una pequeña terminal que utilizan ya unos 3.000 profesores de la región, que llaman al aparato tamagotchi, como la famosa mascota virtual.

Los datos se trasladan a un ordenador central que luego los distribuye en una web que también pueden consultar los padres a través de una contraseña especial de acceso.

Este sistema, según explica Jesús Atienza, director del instituto Marqués de Santillana, en Colmenar Viejo, se utiliza en Madrid desde hace tres cursos, pero por iniciativa propia de los centros, sin apoyo de la Consejería de Educación.

El servicio lo ofrece la empresa Tecnausa, con sede en Elche (Alicante). «Es un método práctico y funcional. Permite que los chavales estén muy controlados. Los padres pueden hacer el seguimiento de la información sobre sus hijos, pero también recibir mensajes en su móvil», señala Jesús Atienza.

La Consejería de Educación  prepara su propio sistema informático para el seguimiento de los alumnos de secundaria: está basado en agendas electrónicas (PDA) para el profesorado, pero no permite que los padres puedan seguir la evolución de sus hijos. Educación pretende extenderlo a todos los institutos.

12.000 euros por el equipo

La empresa Tecnausa maneja casi en exclusiva el negocio del Sistema de Gestión Docente, nombre del software del control on line de los alumnos. En la Comunidad se han adscrito 50 institutos, según explica una portavoz de la compañía. «La ventaja es que, en vez de pasar lista con un papel, los profesores ponen las faltas de asistencia y todas las incidencias en la terminal». El equipo completo cuesta unos 12.000 euros.

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