Según informaron fuentes del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), la caja contenía 45 semillas de Yodo 125, que son las que se utilizan como implantes permanentes para tratamientos con braquiterapia de los tumores, generalmente de próstata, y que tienen una actividad total de 24 miliCurios.

Cualquier persona que encontrase este material, debe abstenerse de manipularlo, avisando inmediatamente a la policía, al Consejo o al Servicio de Emergencias 112.

El embalaje en el que están las semillas es una caja de cartón blanca, cúbica, de 25 centímetros de lado. Está atada con una cinta de plástico duro de color azul y en la parte superior lleva una etiqueta con rayas rojas y blancas inclinadas. Las semillas son cápsulas pequeñas de titanio contenidas en una varilla metálica, que a su vez se contiene en un dispensador metálico similar a un disquete de ordenador.

Un robo insólito

La sustracción de una caja con material radiactivo de una furgoneta de reparto se produjo antes de que fuera entregada al hospital Doce de Octubre, según indicaron a Efe fuentes del centro sanitario, donde no se recuerda un hecho similar en los últimos años.

Las mismas fuentes indicaron que, según la versión del transportista, que pertenece a una empresa privada, éste se dio cuenta de la sustracción después de estacionar en la puerta del almacén general del hospital, donde se descargan las mercancías, pero el Doce de Octubre no tiene constancia de en qué lugar del recorrido desapareció la caja.

Las fuentes del Doce de Octubre explicaron que los pacientes a los que se le implanta estas semillas pueden volver a sus casas a las pocas horas de la operación, incluso utilizar los baños públicos "sin ningún tipo de problemas".