Fuentes de Asaja en Andalucía precisaron a Europa Press que las últimas lluvias "nos han traído luces y sombras" sobre los cultivos, ya que "se ha conseguido llenar los pantanos y los pozos, lo que significa que tendremos normalidad en los riegos y no habrá incertidumbres al sembrar", pero reconocieron que "en algunas zonas ha llovido demasiado y ha perjudicado a algunos cultivos".

Así, apuntaron que se han visto dañados los cultivos de cítricos, especialmente de naranjas, en toda la Vega del Guadalquivir, en las provincias de Córdoba y Sevilla, donde "mucho fruto se ha caído al suelo y se ha perdido".

Además apuntaron los destrozos en los olivares de aceituna de molino, especialmente en Jaén y Córdoba, de forma que "la aceituna ha caído al suelo, pero además la campaña de recogida se está retrasando más de la cuenta e incluso la cosecha se ha paralizado".

Asimismo, Asaja apuntó los daños en las infraestructuras rurales, de manera que "los caminos rurales están hechos polvo, se han caído vallas y cercas, se han volado instalaciones y se ha registrado una pérdida de tierra importante por las escorrentías".

Las fuentes agregaron la existencia de zonas "anegadas", especialmente en Cádiz, que afectó especialmente a los cultivos herbáceos de invierno que están ahora mismo sembrados, como cereales, remolacha y zonas de horticultura.

Recordaron que el exceso de agua trae en ocasiones la aparición de enfermedades en los cultivos.

"Teníamos ganas de que lloviera y lo ha hecho, y en muchas zonas no ha hecho daño, se han llenado los pantanos y se ha vuelto a la normalidad, cambiándose la tendencia, pero en otras zonas específicas el agua ha hecho mucho daño, aunque no han existido aún daños catastróficos, quitando las zonas anegadas de Cádiz".

Agregaron que los agricultores están a la espera de perfilar más la valoración de pérdidas económicas por el temporal y precisaron que en algunas fincas "hay daños serios e importantes, y en ellas una parte de la cosecha de cítricos y olivar de molino se ha perdido".