El proyecto, con un presupuesto de 75,6 millones de euros, duplicará la calzada en los 18 kilómetros que van del término de Quijorna, donde ahora termina el tramo desdoblado, a la localidad de Navas del Rey.

Aguirre quiere reducir los accidentes en esa zona, que desde 2002 se han cobrado 15 víctimas mortales, por seis en el tramo que ya es autovía.

Riesgos ambientales

Los ecologistas temen que la autovía suponga más tráfico en la zona y, por tanto, más riesgos ambientales para el entorno, protegido por la declaración de Zona de Especial Protecicón de Aves (ZEPA). En sus arboledas anidan aguilas imperiales, perdiceras y pescadoras, buitres negros o cernícalos primillas.

La Comunidad alega que el 21% del presupuesto (más de 15 millones) irá destinado a suavizar ese posible impacto ambiental, aunque en 2000, el entonces presidente, Ruiz-Gallardón, suspendió el proyecto tras un informe negativo del CSIC.

Puerta a la especulación

Además de los efectos medioambientales, PSOE e IU ven en este proyecto una operación cargada de riesgos especulativos. Los partidos de la oposición creen que tras el interés de la Comunidad por ejecutar esta reforma en la M-501 hay intereses de poderosas empresas constructoras. El propio Gobierno regional, en un informe interno, reconocía en julio de este año que el nuevo tramo de autovía favorecerá «el desarrollo urbanístico» de las localidades de la zona y pedía a esos ayuntamientos que «controlasen» esa explosión inmobiliaria.