Según la organización, este fenómeno se debe a la "amplia" diversidad de precios de las discotecas y salas —desde los 10 hasta los 50 euros—, junto con la oferta de servicios que ofrecen, como música, animación, baile, espectáculos diversos, consumición, cotillón y resopón de madrugada, más los obsequios de entradas para sesiones en el mes de enero y la noche de Reyes, y en algunos casos precios especiales para grupos.
Todo ello se une, apuntaron, a que este año los efectos de la crisis ha generado que la mayoría de los usuarios no se desplacen y se queden en su residencia habitual lo que hace prever una "demanda masiva de última hora que a bien seguro abarrotara un año más las discotecas valencianas", auguraron.
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