El Hospital de Jerez (Cádiz) aplica por primera vez en Andalucía una nueva técnica para una compleja patología esofágica

La novedad radica en la colocación del paciente, que ya ha sido dado de alta, durante la intervención

El Hospital de Jerez (Cádiz) ha empleado, por primera vez en Andalucía, una nueva técnica quirúrgica para el tratamiento de una compleja patología esofágica. En concreto, se trata del abordaje combinado toracoscópico —en posición prona—, y laparoscópico, cuya novedad radica en la colocación del paciente.

Un equipo multidisciplinar, compuesto por cirujanos, anestesistas, enfermeros y auxiliares de enfermería, han participado en la primera de las intervenciones, practicada en un paciente que ya ha sido dado de alta.

De hecho, el doctor Francisco Mateo, cirujano y responsable de esta operación, destacó hoy que con dicha técnica, una vez intubado el paciente de forma selectiva, se le voltea y coloca boca abajo, lo que permite abordarlo por toracoscopia.

En este caso, se practicaron tres orificios, el mayor de ellos de un centímetro de longitud, por donde se procedió a la disección y extirpación de un divertículo esofágico, acompañado de una sección de las fibras musculares del esófago, desde el cayado aórtico (segmento de la arteria aorta) hasta la entrada del esófago en la cavidad abdominal.

Una vez completada la primera parte de la intervención, el paciente fue colocado boca arriba, procediéndose al abordaje laparoscópico en la zona abdominal, para el que se realizan cinco orificios, el mayor de ellos también de un centímetro de longitud.

Entonces, se disecó el esófago abdominal y se completó la sección de las fibras musculares hasta la unión gastroesofágica. La intervención se completó con una técnica antirreflujo.

Mateo explicó que la utilización de la posición boca abajo para la cirugía toracoscópica del esófago tiene una doble justificación. "Por un lado, el peso del pulmón hace que tienda a descender y no moleste en el campo operatorio, evitando el uso de separadores que hace más difícil la cirugía, y por otro, el mínimo sangrado que pueda ocurrir durante la cirugía tiende a caer hacia abajo, no molestando la visión ya que el esófago queda en la parte superior del campo de trabajo".

Es el caso de este primer paciente, que padecía un divertículo de más de seis centímetros de diámetro del tercio inferior del esófago, producido por una alteración funcional de la musculatura del mismo. Por ello, tenía dificultades para tragar, dificultad respiratoria y dolor. Tras la cirugía y una estancia de dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro, fue dado de alta al quinto día del postoperatorio.

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