En declaraciones a los periodistas, la delegada explicó que una vez que se cumplan el próximo mes de enero los seis meses de internamiento de los menores en un centro de reforma como medida cautelar, se puede prorrogar otros tres meses, si bien adelantó que "previsiblemente antes de que transcurra ese periodo de nueve meses, se celebrará el juicio".

La Guardia Civil detuvo el pasado mes de julio en Baena (Córdoba) a cinco menores de edad y un joven de dicha localidad, como presuntos autores de un delito de agresión sexual, ya que supuestamente violaron de forma consecutiva a una menor de 13 años en los vestuarios de la piscina municipal.

Los hechos tuvieron lugar el pasado día 2 de julio, aunque no fueron denunciados en el puesto de la Benemérita en Baena, por la menor y sus padres, hasta varios días después. A raíz de ello, la Guardia Civil abrió una investigación que ha culminado con la detención de seis personas, de entre 13 y 22 años de edad, que fueron puestas a disposición judicial.

En cuanto a los detenidos, dos de los menores fueron puestos en libertad, el de 13 años, por ser inimputable, dada su edad, y otro por ser discapacitado psíquico. En cambio, el juez decretó el ingreso en prisión incondicional para el joven de 22 años y el internamiento en centros de reforma de menores para los otros tres menores imputados, como el resto, por la presunta comisión de un delito de agresión sexual.

Los hechos se produjeron después de que uno de los menores, con quien la víctima había mantenido una relación anterior, aprovechó la disposición de la chica a reanudarla en los vestuarios de dicha piscina para obligarla a aceptar después la sucesiva violación de otros cuatro menores y un joven, amigos del primero, bajo la amenaza de enviar a sus padres el vídeo en el que, sin consentimiento de la chica, habían grabado con un teléfono móvil su relación anterior con su ex novio.

La chica, ante la presión amenazante de los acusados, fue sometida a una reiterada violación y a múltiples abusos deshonestos por parte de los seis jóvenes. Días después, la víctima confesó el hecho a sus padres y posteriormente a la Guardia Civil.