Washington Irving vuelve al bosque de la Alhambra con una escultura de Julio López creada en su honor

El escritor norteamericano Washington Irving regresó hoy a la Alhambra, de la que fue uno de sus máximos difusores, gracias a la colocación de una escultura de bronce creada en su honor por el artista Julio López.
Escultura de Washington Irving
Escultura de Washington Irving
Patronato de la Alhambra
Escultura de Washington Irving

La colocación oficial de esta escultura, que se produjo esta mañana, pone el broche de oro a los actos conmemorativos que el Patronato de la Alhambra y el Generalife ha realizado a lo largo del presente año con motivo del 150 aniversario de la muerte del autor de LOS 'Cuentos de la Alhambra'.

La escultura mide 2,15 metros de altura y se erige sobre un pedestal de piedra marmórea en el que aparece la inscripción 'Hijo de la Alhambra', como él se hizo llamar. Así, el autor retrata a un Washington Irving elegantemente vestido y con un aire romántico y aventurero.

La figura aparece además flanqueada por una valija de viajero, un bodegón que incluye una carpeta de dibujos y un capitel nazarí. López explicó que para realizar la obra se inspiró en el encuentro de dos mundos distintos, como es el de Irving, venido desde América, y el de Granada, con el que quedó "sorprendido".

Aseguró que ha sido "un reto" crear una escultura de este literato, en cuya persona se unen la realidad y la imaginación, y de cuya pluma salieron historias de la Alhambra que recorrieron el mundo.

El autor de la escultura es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y actualmente está considerado como uno de los más prestigiosos escultores realistas españoles.

Entre sus obras más reconocidas se encuentran la escultura urbana del pintor frente al Museo del Prado, la de los Reyes de España delante del Museo de Arte Contemporáneo de Valladolid o la de Federico García Lorca en la Plaza de Santa Ana de Madrid.

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