Concretamente, la tasa indicada por el IPF es de 9,1 hijo por cada diez rupturas en Andalucía, sólo superada por la Región de Murcia (9,3) y Castilla La Mancha (9,2). Por contra, las comunidades donde menos hijos se ven perjudicados por estas separaciones conyugales son Asturias (6,4), Galicia (7,1) y País Vasco (7,2).

Asimismo, el IPF señaló que son las parejas con un único hijo las que más padecen las separaciones, con un 57 por ciento, seguidas de las que tienen dos hijos (37%); mientras que las rupturas apenas afectaron a las familias numerosas con hijos menores, las cuales sólo sufrieron un 6 por ciento de las separaciones.

Otro dato significativo del citado estudio es que de las 64.091 rupturas de matrimonios con hijos menores de edad que se han dado en España y que han sufrido un total de 96.231 menores, 88.426 hijos fueron de familias que se divorciaron (92%) y 7.805 hijos eran de familias que se separaron (el 8%).

Estas cifras, según explicó el presidente del Instituto de Política Familiar, Eduardo Hertfelder, revelan "la gravedad de este problema" y el "desolador panorama" al que se enfrentan estos pequeños, ya que en España no hay una "ley de prevención familiar ni se han creado o potenciado los Centros de Orientación Familiar (COF)", hechos que, en su opinión, "demuestran la nula voluntad política de solucionar esta problemática".

Por ello, instó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a realizar "un cambio en su política familiar y como consecuencia de ello, la elaboración urgente de una Ley de Prevención Familiar, la creación y el apoyo a los COF y a la revisión de la Ley del Divorcio express que ha incrementado la ruptura en vez de reducirla".

Porcentaje de familias rotas con menores

De hecho, de las 118.681 rupturas que se produjeron en España durante 2008, más de 109.000 fueron divorcios, lo que supone un porcentaje del 93 por ciento. Por contra, sólo 8.759 fueron separaciones, es decir, el siete por ciento.

Estos datos, trasladados a porcentajes por comunidades autónomas, señalan que Extremadura y Murcia son las regiones con más familias rotas con hijos menores de edad, rozando casi el 60 por ciento, seguida de Castilla La Mancha y Andalucía con un 59,1 por ciento.

En el otro extremo, se encuentran Asturias (46,8%), Navarra (48,4%), País Vasco (49,3%) y Cantabria (50,1%), rondando un porcentaje del 50 por ciento en el resto de comunidades autónomas en 2008.