Massimo Tartaglia, presunto agresor de Silvio Berlusconi, que resultó herido el pasado domingo tras un mitin en Milán después de que éste le arrojara una estatuilla, intentó entrevistarse con el mandatario en dos ocasiones el pasado noviembre.
Tartaglia, de 42 años y que lleva diez en tratamiento psiquiátrico, trató de que Il Cavaliere le recibiera en las oficinas del club de fútbol Milán, propiedad de Berlusconi, informó este viernes el diario italiano Corriere della Sera, que da cuenta del testimonio de una dirigente del equipo ante el cuerpo especial antiterrorista de la Policía.
La mujer explicó que había reconocido a Tartaglia en las fotos y los vídeos difundidos por los medios de comunicación tras la agresión como el hombre que acudió dos veces a las oficinas del club y que afirmó que tenía una cita con Berlusconi. Al preguntarle el motivo de la visita, Tartaglia respondió que el primer ministro le había asegurado que resolvería sus problemas con su tarjeta de crédito, según la dirigente.
Reposo total
Debido a las heridas tras la agresión, el jefe del Gobierno italiano fue hospitalizado y este jueves fue dado de alta. Desde entonces se encuentra en su residencia en Arcore, a las afueras de Milán, donde tendrá que pasar 15 días de reposo total, aunque los medios italianos apuntaron este viernes que Berlusconi prosigue con sus actividades políticas.
Desde su salida del hospital se ha conjeturado con un posible viaje de Berlusconi a Suiza para tratar las heridas de su rostro, una información que confirmó este jueves el alcalde del municipio helvético de Gravesano, Carlo Zoppi.
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