Emilio Carrillo aborda en su nuevo libro la expansión de la Orden del Temple tras la conquista de Sevilla

El que fuera vicealcalde y concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla Emilio Carrillo aborda en su último trabajo editorial, 'La Orden del Temple: Un nuevo descubrimiento' (Ituci Siglo XXI), la expansión de los templarios tras la conquista de Fernando III del antiguo Reino de Sevilla.

En una entrevista concedida a Europa Press, el autor de 26 libros, algunos de ellos traducidos al inglés y francés, señaló que ha intentado realizar "una demostración práctica" de algo sobre lo que se viene escribiendo mucho como es el modelo de ubicación territorial de la Orden del Temple, pero que "hay pocos casos prácticos puestos sobre la mesa".

De esta manera, analiza el territorio del antiguo Reino de Sevilla, donde, según Carrillo, la implantación de esta orden confirma "los rasgos esenciales del modo de operar y la estrategia en las ubicaciones territoriales".

En este sentido, explicó que se evidencia la preferencia del Temple por "la configuración de figuras geométricas en sus ubicaciones, las causalidades numéricas para instalar sus principales recintos militares o espirituales, así como las preferencias por determinados sitios por su raigambre religioso".

Asimismo, concretó que desde el punto de vista teórico estaba todo escrito, pero "la ubicación del temple por estas tierras entre 1230 y finales del siglo XIII es una demostración práctica".

"razones espirituales o estratégicas"

Según Carrillo, la Orden del Temple tenía en la localidad de Jerez de los Caballeros (Badajoz) uno de los dominios propios más importantes, sin embargo tras la conquista de Fernando III del antiguo Reino de Sevilla, en el reparto de los territorios y por el apoyo prestado al monarca, los templarios decidieron no extenderse por el sur de la comarca extremeña sino buscar razones estratégicas y espirituales en los lugares a obtener.

En este sentido, señaló que en la búsqueda de esos valores deseaban una salida al mar que encuentran en la localidad onubense de Lepe y territorio espirituales como el Monasterio de La Rábida o la isla de Saltés, situadas en la provincia de Huelva.

Al hilo de esto, Carrillo manifestó que la Orden del Temple cuando se extendía por el territorio llevaba a cabo "un análisis riguroso de las ventajas de éste", buscando "la realización de determinadas figura geométricas, con el triángulo como elemento fundamental".

Asimismo, añadió que buscaban que los vértices y los lados deberían tener la misma distancia entre sí, como así sucede con Jerez de los Caballeros, la ciudad de Sevilla, donde instalaron el priorato tras la conquista de Fernando III, y la salida al mar de Lepe, conformando así "un triángulo perfecto con una distancia entre los diferentes puntos de 124 kilómetros".

Además, precisó que "para colmo de precisión las propiedades significativas están posicionadas en las líneas rectas que se formaban entre ambos puntos como el Castillo de Cortegana entre Jerez de los Caballeros y La Rábida".

Por otro lado, afirmó que el libro, tras el cual se tomará "un descanso literarios esperando que las musas le visiten", investiga como el Temple "no se ubicó en la Sierra de Huelva, optando por Sevilla o posiciones como La Rábida" y verificando que "bajo ningún concepto" la Orden del Temple se asentó en la Serranía de Huelva, a excepción del Castillo de Cortegana, cuyo origen hasta ahora era desconocido, pero que él aporta datos que revelan que "probablemente el origen sea templario".

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