En declaraciones a Europa Press, el jefe del Parque de Bomberos de Reus, Xavier Llorens, señaló que el ejercicio buscaba la coordinación entre los diferentes agentes implicados, así como trabajar el confinamiento de afectados en un incendio como alternativa a la evacuación cuando ésta no se posible.

En el simulacro participaron 12 bomberos —cuatro mandos y seis dotaciones terrestres, entre ellas una bomba urbana pesada, una ligera, una autoescalera automática y tres unidades polivalentes de mando—, así como personal del CAP Sant Pere, efectivos de los Mossos d'Esquadra y de la Policía Local de Reus.

Llorens indicó que el simulacro fue "totalmente real", y que partió de la activación del plan de emergencia por parte del propio CAP, después de que supuestamente se incendiara un transformador.

Los Bomberos se desplazaron hasta la zona, donde supervisaron la evacuación del edificio y localizaron a tres personas que pudieran haber quedado atrapadas en el interior, con la intención de confinarlas junto con la presencia de un bombero hasta que fue posible la evacuación.