Patricia y Paul son hermanos y residentes en Madrid. Acaban de debutar con Palabras secretas (Vale Music), un álbum que definen como un "diario de a bordo" de sus inicios en la música "seria". De su padre, Geogie Dann, han aprendido que en la música hay que perseverar. Se hacen llamar Calle París.

¿Cuánto les ha costado que se empiece a hablar de Calle París?

Paul: Nos ha costado mucho trabajo y mucho esfuerzo, porque hace ya siete años que empezamos en esto de forma seria. Nunca acabas de ver el fruto de lo que haces, pero ahora ya estamos recogiendo lo sembrado. La gente nos está conociendo.

Han vivido la música desde muy pequeños…

Paul: Empezamos a los cinco años con el clásico, pero lo cierto es que nunca nos lo hemos tomado como un trabajo ni pensábamos dedicarnos a ello. Fue precisamente un grave accidente que tuvo Patricia lo que nos decidió. Te das cuenta de qué valores son los correctos y aprendes a elegir mejor las cosas que quieres.

Son hermanos, no acabaran como los Gallagher…

Paul: (Risas) Qué va…Tenemos suerte, porque aparte de hermanos somos amigos. Es verdad que cuando hay una relación así no te callas las cosas, pero también tiene su punto positivo.

Tienen un estudio propio, ¿se trabaja mejor así?

Paul: Hemos grabado allí la mitad del disco y la verdad es que es una suerte. De todas formas, está bien lo de ser independiente, pero es tan malo dejarlo todo en manos de uno mismo como en las de un productor o una discográfica. Hay que encontrar una situación intermedia, o eso creo yo.

Al parecer tienen muchas canciones en el tintero.

Paul: Hay grupos que mientras están de gira no componen, pero yo prefiero estar activo. Para este disco teníamos unas 40, aunque no escogimos las mejores, sino las más sinceras con nuestro desarrollo: Palabras secretas es como un diario de a bordo. En pocos meses estará listo nuestro segundo trabajo.

¿Qué es lo más valioso que han aprendido de su padre?

Patricia: Que hay que perseverar, porque la música es una carrera de fondo. Hay que creer en uno mismo y si lo sientes de verdad, tarde o temprano llega la recompensa. De todas formas, nuestra carrera poco tiene que ver con la suya; nos mira desde lejos y nosotros estamos más orgullosos de él que él de nosotros.

Ya han recibido premios, ¿se ven con un Grammy?

Patricia: (Risas) Es muy complicado. No somos nada pretenciosos en ese sentido, somos de la religión de trabajar. Aunque si llegan más premios estaremos encantadísimos.

¿Cómo dieron con Carlos Jean?

Patricia: Teníamos otro productor que se puso malito y le asaltamos en su estudio intentando ser simpáticos y diciéndole que le iba a gustar nuestra música. Es fantástico, no nos ha puesto ninguna pega.

¿Cuáles son sus grupos favoritos?

Patricia: Tenemos influencias muy variadas. Lo cierto es que el primer regalo que yo tuve, a los 4 años, fue un walkman. Desde entonces iba a mi bola pululando por ahí con los cascos puestos. Después le pasó lo mismo a Paul. Encontramos en la música nuestra trinchera particular. Hemos escuchado a los Jackson Five, mucho soul, pop inglés, etc.

¿Qué formato prefieren para sus directos?

Patricia: Hemos dado ya unos 30 o 40 conciertos probando diferentes salas. Y es verdad que en las pequeñas nos sentimos como en el salón de casa…

BIO. Patricia (26) y Paul (22) son madrileños e hijos del mítico Georgie Dann. Ella es Licenciada en Comunicación Audiovisual y él está estudiando la misma carrera. Empezaron haciendo cortos juntos y acabaron dedicándose a la música. Han debutado con el álbum Palabras Secretas y acaban de ser galardonados con el premio 40 Principales al mejor Artista Revelación.