Tras la explosión controlada, las cámaras de televisión mostraron como la puerta del vehículo se abrió quedando carbonizada.

Los hombres habían amenazado a gritos con hacer explotar la supuesta bomba que albergaban en el vehículo, aunque los equipos especializados en la desactivación de explosivos enviados a la zona no confirmaron si se trataba de una amenaza real o era una broma.

El coche, un Chevrolet Impala gris, se encontraba estacionado entre la Calle 1 y la Avenida Constitución, muy cerca del Capitolio, y sus dos ocupantes, dos hombres blancos, según las emisoras de radio locales, han sido interrogados por la policía.

En la zona fueron evacuadas alrededor de 1.000 personas que trabajaban en los edificios cercanos.

Es la tercera evacuación que se registra en el centro de la capital estadounidense en lo que va de mes, ya que los pasados días 13 y 7 de octubre ocurrió lo mismo en los alrededores del Obelisco, el monumento a George Washington, uno de los emblemas de la ciudad.

En ambas ocasiones, la policía rastreó la zona y no encontró ningún objeto sospechoso.