En una reunión celebrada el miércoles en el Consell Comarcal del Maresme, la ACA pidió a los municipios que utilizan la desaladora que paguen 680.000 euros, cargando la parte proporcional en los recibos de los usuarios. El déficit, según la ACA, se produce porque en 2003 la Administración aplicó una subida por metro cúbico pactada que era inferior a la real.

El 55% de la producción de la planta desaladora construida en 2003 en Blanes, unos 65.000 metros cúbicos, se desvía a 11 poblaciones del Maresme, desde Arenys de Mar hasta Tordera. Un 25% se destina a las plantas depuradoras de Tossa y Lloret, mientras que el 20% va al consumo de los vecinos de Blanes. En aquel entonces, el metro cúbico pasó de 0,19 euros a 0,45 euros.

Los ayuntamientos afectados, a través de un manifiesto, han mostrado su preocupación porque la ACA «ha tomado decisiones sin tener en cuenta nuestro criterio». Exigen el «replanteamiento de estas gestiones desafortunadas», por lo que piden estudios alternativos, así como replantear los sectores que hacen un uso industrial de los acuíferos de la cuenca.