Jóvenes que pasan horas y horas enganchados a Internet o a los videojuegos, abstraídos de lo que sucede en el exterior de las cuatro paredes de su habitación y sin otra preocupación más que pasar de pantalla o subir su mejor foto a una red social.

Esta es la realidad de un 35% de los adolescentes valencianos (entre 16 y los 20 años) quienes dedican «más de tres horas a estas facetas, lo que supone un uso abusivo», según explicó ayer el responsable del Plan Municipal de Drogodependencias (PMD) del Ayuntamiento de Valencia, Francisco Bueno, en unas jornadas centradas en las adicciones a las nuevas tecnologías.

Según Bueno, «estos adolescentes podrían tener un problema de dependencia, si no se les regula el acceso». Así, las principales consecuencias de estos excesos son «el aislamiento, la ansiedad, el sedentarismo, e incluso la agresividad y los comportamientos temerarios en el caso de los videojuegos».

Todo esto lleva inevitablemente «al fracaso escolar. El 38% de estos chavales lo padece porque se centran en su mundo virtual y abandonan el interés por los estudios, no le dedican tiempo y no ponen interés en las clases».

De esta forma, el nuevo caballo de batalla para los padres es lograr que sus hijos hagan «un uso racional de las nuevas tecnologías. Todos los meses nos llaman centenares de ellos preocupados por estos temas y les aconsejamos que dejen a sus hijos, como máximo, una hora y que lo hagan a cambio de cumplir otros objetivos, como hacer los deberes».

En este sentido, las redes sociales se han convertido en un peligroso mundo virtual para los jóvenes: «El 80% de los adolescentes valencianos participan en redes sociales y esto puede suponer una esclavitud para ellos. Quien no está en Tuenti o en Facebook y no hace lo mismo que el resto de sus 300 contactos se le considera un ‘pringao’ y eso genera dependencia».

La mayoría tiene móvil con 12 años

Otro de los factores de riesgo para los padres y sus hijos son los teléfonos móviles. Según los datos del PMD, prácticamente todos los niños de 12 años tienen ya un móvil. Para Francisco Bueno, «cuando se está continuamente mandando mensajes, hablando o pendiente del móvil, hay indicios de dependencia. Aconsejamos a los padres tarifas planas. Tuvimos un caso de uno que recibió una factura de 800 euros». La concejala de Sanidad, Lourdes Bernal, recordó ayer que «los padres deben compartir las nuevas tecnologías con sus hijos. Y ante cualquier inquietud, venir a consultarlo con el equipo de psicólogos del PMD».