El "macrobotellón" en el que quedó convertida La Noche en Blanco, el denominado 'mini-Vaticano' de las Vistillas, las obras de Serrano, la dilación de la operación Campamento o la polémica recogida de basuras en la capital encabezan el listado de "grandes horrores urbanos" confeccionado por la fundación para el progreso de Madrid.

El listado de estas "iniciativas perversas" lo lidera la última edición de La Noche en Blanco, reconvertido en "macrobotellón para veinteañeros que el Ayuntamiento organizó con la excusa de la cultura". Pero las críticas no sólo se centran en el Consistorio capitalino ya que también llegan a Torrejón de Ardoz por los 5 millones de euros con cargo al Plan E para ejecutar réplicas de monumentos europeos como la alemana Puerta de Brandemburgo, la francesa Torre Eiffel o el belga Mannecken Pis.

Volviendo a la capital, la Fundación sin ánimo de lucro para el Progreso de Madrid no olvida la remodelación de Serrano por ser "una obra inútil, no demandada por nadie, que sólo sirve para hacer aparcamientos baratos para los residentes de los pisos más caros de la ciudad".

Cárceles "hacinadas"

Tampoco se deja en el tintero el denominado mini-Vaticano de las Vistillas, la "enésima" operación Campamento, anunciada en su momento por el que fuera presidente autonómico Joaquín Leguina hace 20 años, el "ineficaz" sistema de recogida de basuras, el plan de mejora de la Plaza Mayor o el cierre de la Escuela Municipal de Cerámica por razones de seguridad.

El último lugar de la lista es para la situación de las cárceles madrileñas ya que las siete ubicadas en la región registran "hacinamientos del 145%, con picos de hasta el 190". Un ejemplo es el de Soto del Real, construida para 1.008 internos y que hoy cuenta con un mínimo de 1.900.

Pero la fundación para el progreso de Madrid también hizo un guiño a las que considera buenas prácticas urbanas, convertidas en todo un ejemplo a seguir. El ranking lo lidera la macroestación de Cercanías en la Puerta del Sol, seguido por el proyecto de ampliación de la red de Cercanías (con 115 nuevos kilómetros para que nueve de cada diez madrileños tengan un tren cerca de casa en 2015), el intercambiador de Plaza Castilla, las doce nuevas salas del Museo del Prado o el buen posicionamiento de los campus universitarios madrileños.

En este listado de aspectos positivos se encuentra también la remodelación del Mercado de san Miguel, el principio del fin para la Cañada Real, la peatonalización de la calle Fuencarral, el Centro de Nuevas Tecnologías de Villaverde o la mayoría de edad de la Denominación de Origen Vinos de Madrid.