«Las condiciones en las que trabajan los cooperantes son las que haya en el lugar. Han de amoldarse a las situaciones y posibilidades del sitio y de las organizaciones locales con las que trabajen», explica Mario González, gerente de EPM.

Para poder ser un buen cooperante, cuenta no sólo la capacitación técnica. «Se requiere tolerancia, solidaridad, empatía, capacidad de diálogo o para convivir con gente de otras culturas y pasar todo tipo de calamidades.». También es necesaria una formación específica en cooperación. Según González, el perfil es de una persona joven o sin cargas familiares.

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Brasil, india, ecuador...

Emilia Casanova es una enfermera de 37 años que ha trabajado como cooperante en Brasil, India y Ecuador. Para ella, lo fundamental en este trabajo es «tener un espíritu abierto, saber que existe mucho más de lo que conocemos y conseguir que forme parte de nuestra realidad. Cuando consigues abrirte es cuando realmente vives la experiencia y no sólo la miras». Para ella «ha sido un lujo poder hacer este trabajo».