A Andrés Rabadán todo el mundo le conoce, desde hace quince años, como el "Asesino de la ballesta". Se ganó el apodo tras matar a su padre disparándole tres saetas y tras provocar tres descarrilamientos en la vía férrea del Maresme (Barcelona). Rabadán fue condenado a veinte años de internamiento psiquiátrico. Durante este tiempo ha publicado dos libros, ha expuesto sus dibujos y se ha casado.

El próximo viernes 27 de noviembre su historia llega al cine. Numerosas cartas y charlas durante un periodo de nueve años han permitido al director de la cinta, Ventura Durall, humanizar al asesino, mostrar la cara de quien creció rodeado de abusos y maltratos familiares en Las dos vidas de Andrés Rabadán.

Así, gracias al personaje de ficción, y tras ser declarado inocente y considerado rehabilitado, Rabadán se expone al juicio más condenatorio: el de la sociedad, el de las segundas oportunidades.

Ventura Durall ha asegurado que con esta cinta pretende "contar un proceso de rehabilitación personal a través del arte y el amor". A tenor de los crímenes de Rabadán, el director dice que "son unos crímenes injustificables, pero que uno puede llegar a entender".

Y es que Ventura Durall ha humanizado la vida de Andrés Rabadán, del que tenía la imagen del mito del "Asesino de la ballesta", pero en el que encontró "una persona educada y afable".

Álex Brendemühl es el actor que dará vida al asesino y ha explicado que ha mantenido varios encuentros con Andrés Rabadán, en los que ha mantenido charlas "afables" y ha podido extraer "gestos y miradas" que le han servido para acercarse al personaje.