Buena sintonía entre los países de la cumbre de Salamanca

La XV Cumbre Iberoamericana concluyó el sábado con un apoyo explícito a Cuba y con buena sintonía entre los invitados.
La han definido como la cumbre más social de todas las que han reunido a los líderes de los países del ámbito iberoamericano. La cumbre de Salamanca, que concluyó el sábado, ha demostrado a juicio de sus participantes la «buena sintonía» entre los mandatarios, a pesar de las críticas y polémicas que la han envuelto, en parte, por una declaración firmada por 22 países en contra del embargo a Cuba impuesto por los EE UU.

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo ayer que «la cumbre ha sido un éxito» y que toda la polémica relacionada con Cuba «es falsa», ya que el objetivo era «luchar contra la pobreza». También destacó su utilidad, en alusión al presidente Álvaro Uribe, que dijo que estas cumbres sólo sirven para «el turismo presidencial». El presidente venezolano, Hugo Chávez, mostró ayer su satisfacción porque se había roto «un coro neoliberal que espantaba».

¿De qué ha servido?

La declaración de Salamanca, firmada por los países participantes, ha tenido varios objetivos fundamentales, entre los que se encuentra la puesta en marcha de la Secretaría General Iberoamericana, con el objetivo de hacer cumplir con lo dispuesto en las cumbres. También se ha querido dar prioridad al cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio y el problema migratorio. El compromiso en la lucha contra el terrorismo y una carta cultural para abrir un espacio común, cierran la declaración.

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