Eso, naturalmente, incluye todos los centros y facultades de la Universidad de Córdoba que, de momento, permite fumar en todos sus espacios excepto en las aulas.

¿Cómo se preparan alumnos y profesores de la UCO para la nueva normativa? Pues, de entrada, viviendo el mismo debate que se ha suscitado en la sociedad en general y que abarca un espectro de opiniones que oscilan desde las más radicales, en un sentido y en otro, hasta las posturas moderadas que concluyen la necesidad de establecer espacios en los que se pueda echar una caladita al aire sin molestar a todos aquellos que no fuman.

De momento, la Universidad de Córdoba no ha comunicado a su personal docente ninguna medida especial para la aplicación de la nueva ley antitabaco, ni se han habilitado hasta ahora espacios específicos para fumadores.

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Nos interesa saber qué opinas sobre la prohibición de fumar en la universidad y en los centros educativos en general.

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Sandra Estepa, estudiante.

«A mí, por ahora, nadie me ha prohibido fumar en la universidad. Solamente no nos dejan en las clases, eso es obvio, pero en los pasillos no hay ningún tipo de problema. No hay carteles ni nada, y todo el mundo fuma por donde quiere».

Guadalupe Priego, estudiante.

«Estoy totalmente en contra de la permisividad en este asunto porque a los fumadores pasivos, como yo, nos afecta mucho. El olor se queda pegado en el pelo, la ropa… y la salud es muy importante, por lo que en sitios cerrados no deberían permitir fumar».

Laura Muñoz, estudiante.

«Fumo y no me parece bien la prohibición, porque creo que al ser una droga legalizada debería haber lugares para fumadores y no fumadores en todos los sitios, incluida la universidad. Aquí no hay problemas y cuando lo prohíban, creo que será sólo en la cafetería».