Miley Cyrus, la princesa mimada de Disney

  • A punto de cumplir 17 años, la actriz que encarna a la celebérrima Hannah Montana planea traicionar al papel que la encumbró.
  • La joven desea introducirse en el 'cine serio'.
Myley Cyrus, durante su reciente visita a España.
Myley Cyrus, durante su reciente visita a España.
Cuatro
Myley Cyrus, durante su reciente visita a España.

A Sara, 6 años, le gusta mucho Hannah Montana, la adolescente protagonista de la comedia con la que el canal Disney rompió hace un trienio su record histórico de audiencia. También le gusta a su compañera de clase, Carolina, con quien coincide en que esa artista es “muy guapa y canta muy bien”. Le gusta, asimismo, a su prima Esther, que es mayor -tiene 9 años- y dice que es una “fan”.

<p>Hannah Montana</p>Pero quizá a quien más le guste, piensa Sara, sea a su vecina Marta, que tiene casi la misma edad que Esther y, además, la alfombra, la funda nórdica, la almohada, fotos, revistas, un bolígrafo, una carpeta, un póster grande y discos de la estrella televisiva. Se ha enterado de que Marta ha aprendido a bailar como la cantante.

Ninguna de ellas sabe a ciencia cierta quién es Miley Cyrus. ¿No estaremos hablando de Miley Stewart? Este último es el nombre real de la princesa teen de Disney –todo el mundo lo sabe-, una estudiante aparentemente normal y con una larga melena castaña que siempre está metida en líos y lleva una doble vida. Por el día asiste con regularidad a sus clases en el instituto; por la noche usa peluca rubia para que nadie la reconozca, se hace llamar Hannah Montana y se transforma en estrella de rock. Pero Cyrus… no, ese apellido no les suena de nada.

La sonrisa imbatible

Miley Cyrus –pronúnciese maili sairus- se prodiga, sin embargo, por los programas de entrevistas más reputados que se emiten cuando sus jóvenes seguidoras están, probablemente, acostadas. Desde allí, la intérprete juvenil mejor pagada del mundo, es decir, la actriz que encarna a Hannah Montana, regala anécdotas, sonrisas radiantes que rebasan sus encías, miradas redondas y aspavientos exagerados. No hay respuestas fuera de guión. Se ríe mucho. Es consciente de que parte de su trabajo consiste en ser graciosa todo el tiempo -una vez así lo confesó.

También ha admitido que llegó a temer que el fenómeno ‘Montana’ se apropiara de su vida y que fue duro observar cómo sus mejores amigas se convertían en confidentes de los tabloides y en proveedores de sus fotos íntimas.  "Hay días en los que necesito respirar", explica la joven que compagina el trabajo en la serie que la empujó a la fama con giras frenéticas de conciertos –al principio, bajo el nombre de su personaje en la sitcom; ahora, con el suyo propio-, películas, promociones, firmas de discos, las clases de bachillerato que le imparte un tutor privado y la actualización de su blog –ya no tiene Twitter.

De niña… a mujer

Su padre, Billy Ray, un célebre cantante de música country que ejerce también de progenitor de la actriz en la pequeña pantalla, fue quien la introdujo en el mundo de los casting y quien le inculcó el amor por el rock. Aunque es su manager, a Cyrus le gusta subrayar que es ella quien toma sus decisiones. La última habría sido la de ir distanciándose poco a poco del papel que interpreta desde hace tres años y labrarse una carrera en el cine, más allá del público infantil.

<p>Hannah Montana y su padre</p>

La joven, que cumplirá en un par de semanas 17, se encuentra rodando el filme The last song y pronto acometerá otro; se ha hecho fan incondicional de las minifaldas y fue fotografiada bailando provocativamente en una discoteca. Quizá por esto fue elegida recientemente "la peor influencia de 2009", un título fatal para un ídolo que hace estragos entre las clases escolares.

Entre la fe y el deseo

Anque asegura que ahora está soltera y sin compromiso (y presume de ello, le gusta ser "la chica que nadie puede tener"), a Cyrus se le ha relacionado en los últimos meses con el actor Liam Hemsworth, su pareja en la película The last song. Antes mantuvo una relación con el musculado Justin Gaston, pero aquello duró sólo unos meses. Sin embargo, el gran amor de su vida ha sido Nick Jonas, el menor de los componentes de la banda Jonas Brothers.

Miley y Nick salieron durante dos años. Descubrieron que ambos tenían muchos puntos en común: el deambular por los casting, su interés por la música y unas profundas creencias religiosas (son cristianos). Los dos lucen con orgullo su ‘anillo de la pureza’, una joya que indica que están determinados a no tener relaciones sexuales antes del matrimonio. Hasta hoy, lo llevan a rajatabla.

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