Viaje al centro del Pirulí, el 'kilómetro 0' de la televisión española

  • Era, antes de las Cuatro Torres, la construcción más alta de Madrid.
  • Dentro no hay ni platós ni estrellas de la tele, sólo máquinas y cables.
Vista del Pirulí desde el suelo.
Vista del Pirulí desde el suelo.
JORGE PARÍS
Vista del Pirulí desde el suelo.

París tiene su Torre Eiffel; Londres, su Big Ben; Nueva York, su Estatua de la Libertad; y Madrid, el Pirulí. Con sus 212 metros de altura, esta enorme y estilizada antena se convirtió desde su creación (en 1982) en el punto de referencia del skyline madrileño. Ahora las Cuatro Torres le hacen sombra, pero el Pirulí tiene algo que ellas no tienen: el cariño de los madrileños.

La antena se empezó a levantar en 1981. La capital crecía y las ondas de televisión no llegaban a todas las zonas, por lo que era necesario construir una antena emisora elevada que ampliara el radio de acción. Se inauguró con ocasión del Mundial del 82 y ahora el Pirulí lleva la televisión a más de cinco millones de madrileños.

Además de emitir, sirve de repetidor: es el punto central de la red de radiotelevisión en España, el 'kilómetro cero' de la televisión española. Si dejara de funcionar, todos los televisores del país se podrían quedar sin señal, como un efecto dominó.

Sin embargo, no es fácil que el Pirulí falle. "Todos los equipos están duplicados para que funcione el de reserva si falla el principal. Tenemos que dar explicaciones por cada segundo de corte de la señal", explica el jefe de Torrespaña, Roque Moreno. La antena tiene una fiabilidad del 99,7%.

En sus tres décadas de vida, sólo ha sufrido un percance importante: en 2002, un incendio obligó a cortar durante tres horas la emisión. "Ahí vimos el poder de la televisión, no paraba de llamar gente asustada porque no se veía la tele", cuentan fuentes de Abertis, empresa propietaria de la antena.

Desde su despacho, en la corona de la torre, el jefe divisa toda la capital a sus pies. Junto a Moreno, trabajan en el Pirulí otras 30 personas, entre ingenieros de telecomunicaciones y personal de mantenimiento. La torre nunca duerme: está activa las 24 horas de los 365 días del año.

Oscila con el viento

Pero ¿qué hay dentro de la torre? Pues ni asomo del glamour de la tele..., ni platós ni focos ni famosos. Dentro sólo hay cables, tubos y un laberinto de máquinas con puntos luminosos indescifrables para los inexpertos. "Es como un submarino lleno de aparatos", resume Moreno. A la sensación de estar en un submarino también ayuda el vaivén que se percibe en lo alto. Los días de viento, oscila un metro. "Se nota bastante, al principio asusta, pero te acostumbras", comenta un empleado.

Los datos de la torre son tan inabarcables como su altura. La energía que la alimenta podría alumbrar a un pueblo. En su corona hay 400 parabólicas. Toda ella pesa 5.000 toneladas. Y cada una de sus 2.000 máquinas cuesta 60.000 euros: 120 millones en total.

TORRESPAÑA-PIRULÍ

  • Ubicación: Sáinz de Baranda/O’Donnell.
  • Número de empleados: 30.
  • Año de inicio: 1981.
  • Fecha de finalización: Febrero 1982.
  • Presupuesto: 22 millones de euros.
  • Diseñador: E. Martínez de Velasco.
  • Altura: 166 metros (212 con antena).
Mostrar comentarios

Códigos Descuento