Vista la altísima cifra de parados que hay actualmente en Catalunya, que ya supera el medio millón de desocupados, la Administración se decanta ahora por reducir las colas del INEM colocando a las personas sin empleo como conductores y mecánicos de los autobuses y el metro de Barcelona.

Serán 1.000 puestos de trabajo los que se crearán durante los próximos cinco años mediante un convenio suscrito entre el Departament de Treball de la Generalitat y Transports Metropolitans de Barcelona (TMB).

La preselección del nuevo personal de TMB la llevará a cabo el Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC), que también se encargará de completar su formación para que se adapte a los requisitos de los nuevos empleos. Del millar de futuros empleados, un total de 600 se dedicarán a los autobuses, según la consellera de Treball, Mar Serna, para cubrir las vacantes que genera el régimen de descansos de TMB. El resto, 400 empleados más, estarán destinados al metro de Barcelona y a la progresiva puesta en marcha de la Línea 9.

Desde el Comité de Empresa de TMB, su presidente, Saturnino Mercader, critica el hecho de que actualmente haya un centenar de conductores que se contrataron el pasado verano, «ya formados», que podrían ocupar estos puestos vacantes, ya que ahora no tienen empleo garantizado.

El Comité de TMB teme que se recoloque únicamente a los despedidos en Expedientes de Regulación de Empleo tan sonados como el de Nissan. Serna confirmó que «si están cualificados», se les contratará.