Granada ya tiene su Martinsa particular. Garasa-Esñeco, la mayor constructora granadina y cuarta de Andalucía, presentó ayer suspensión de pagos, lo que ahora se denomina concurso de acreedores.

El principal motivo es el impago de sus clientes. A Garasa le deben nada menos que 70 millones de euros. Y por eso no ha apodido afrontar los pagos a sus propios proveedores y subcontratistas, así como atender a su deuda financiera. Ha intentado refinanciar las deudas con bancos y acreedores en los últimos meses, pero, al no conseguirlo, no ha tenido más remedio que ponerse en manos del juzgado y presenta suspensión de pagos por un importe que supera los 40 millones de euros.

Según la empresa, la intención de la constructora es mantener la actividad, pues entiende que se trata de una situación transitoria.

Garasa nació hace 27 años y, con su actual denominación, Garasa-Esñeco, emplea a más de 1.700 personas en Andalucía. En Granada ya presentó un expediente de regulación de empleo para 175 trabajadores en verano, y ahora con el concurso de acreedores los sindicatos creen que podrían verse afectados unos 300 empleados.

Garasa es una constructora con presencia, sobre todo, en obra pública. Entre otras cosas, construye, junto con otras, un tramo del metro de Granada; está reformando la estación de tren de Santa Justa (Sevilla) y también opera en el Parque de la Salud.

Cuatro veces más

Los procesos concursales –antiguas suspensiones de pagos y quiebras– están acribillando a las empresas granadinas. Hasta mitad de año se habían presentado 34 casos en los juzgados, casi cuatro veces más que los 9 contabilizados hasta junio de 2008. Y_buena parte de ellos afectan al sector de la construcción. De los 17 procesos concursales del segundo trimestre, 7 fueron de empresas constructoras