El inicio del otoño suele venir acompañado de un aumento de piojos y liendres en los más pequeños, ya que su presencia se generaliza con el reagrupamiento de los menores en guarderías y colegios. Este año, sin embargo, la infección está teniendo un mayor impacto, según revela a 20 minutos la jefa del Servicio de Dermatología del Hospital de La Ribera, Carmen Ortega, que también trabaja en la Clínica Quirón.

Para esta especialista, lo más importante es que los padres aprendan a prevenir la aparición de estos molestos invasores, cuya saliva y excrementos producen intensos picores. Las heridas que se provocan los niños de 3 a 11 años, los principales afectados, pueden sobreinfectarse, además de causar  nerviosismo y distracciones en clase.

Uno de los errores más comunes, destaca Ortega, es la aplicación de lociones, colonias o champúes que llevan tratamiento, pero que no son eficaces por su baja concentración. Además, si se utilizan para prevenirlos y no como tratamiento, se crean resistencias y es más difícil eliminarlos. «Este mal uso que se está dando hace necesario recurrir a productos más tóxicos y con más efectos secundarios», añade.

La proliferación de estas lociones en supermercados y su uso indiscriminado también está ayudando a la propagación de estos insectos, que encuentran un hábitat perfecto en las cabelleras, donde ponen sus huevos y pasan a otros niños con facilidad. De hecho, los datos que manejan los facultativos apuntan  que el 45% de los niños valencianos los padecen cada año.

5 preguntas a… Carmen Ortega - Dermatóloga infantil en la clínica Quirón

1 ¿Cómo se puede prevenir la aparición de piojos?

Hay que evitar el contacto directo entre las cabezas de los niños. Aunque a veces es difícil, se puede hacer no compartiendo la cama a la hora de dormir, ni tampoco peines, cepillos, gorros o adornos, porque los piojos y las liendres se fijan allí.

2 ¿Afectan sólo a los niños?

No únicamente, pero sí de forma mayoritaria. Los adultos también pueden tenerlos, pero es más raro.

3 ¿Cuáles son los síntomas?

Un picor muy intenso. Hay que ver si el niño se rasca la cabeza de forma compulsiva, sobre todo por detrás de las orejas y en la nuca. Muchas veces pasan dos semanas hasta que se detectan los insectos, porque el picor lo provocan la saliva y las heces.

4 En ese caso, lo mejor para detectar su presencia es...

Una exploración de la cabeza que deben realizar los padres de vez en cuando a sus hijos.

5 ¿Cuál es el tratamiento y cuánto dura?

El médico suele recetar una crema que se empapa bien por todo el pelo y se deja toda la noche con un gorro para que mueran todos. A los siete días se repite el procedimiento por si queda alguno. Después hay que peinarse con un peine de púas a diario.