Fantasma quijotesco

Un conjunto de profesionales de Castilla y León descubren la vida de Cervantes enfrentándolo con sus personajes, sus miedos y su muerte.
Cervantes habla con sus personajes, interpretados por marionetas.
Cervantes habla con sus personajes, interpretados por marionetas.
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Cervantes habla con sus personajes, interpretados por marionetas.
Don Quijote o Cervantes. Cervantes o Don Quijote. Una pareja en la que el personaje eclipsa al autor o viceversa. La historia más conocida y famosa frente a un escritor con una vida llena de lagunas y zonas oscuras. Así se plantea la obra de teatro Yo, Cervantes, tuve otras cosas que hacer, una ensoñación de la vida de este novelista narrada mediante un enfrentamiento con sus propios personajes, interpretados por grandes marionetas.

Es el último momento de Miguel de Cervantes; es la hora de hacer frente a sus fantasmas, a sus creaciones y a otros personajes reales de la época en la que vivió. Todos configuran el cervantino y quijotesco Retablo de Maese Pedro, desde el que se ofrece, incluso, un combate final entre el ingenioso hidalgo y su creador.

Esta narración se presenta con una gran puesta en escena y unas impactantes marionetas, construidas y diseñadas por profesionales de Castilla y León, igual que el resto de la obra. A ellas se suma una música concebida por Joaquín Díaz y Luis Delgado, dos compositores que han tratado de crear «un ámbito musical que sirviera como una pincelada más al carácter de cada personaje» para «acompañar de forma discreta en los momentos adecuados».

El director, Juan Antonio Quintana, y el autor, Ramón García, le han dado también un estilo de modernidad con idas y venidas en el tiempo.

* Teatro Calderón. Viernes, a las 11.00 y 20.30 horas; el sábado, a las 20.30 y el domingo, a las 19.30 horas. De 6 a 15 euros.

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