Un vecino mató a la joven apuñalada en Bravo Murillo, tras coincidir casualmente

  • El presunto asesino, J. M. G., español y sin antecedentes policiales, está recibiendo tratamiento psicológico.
  • Agresor y víctima se conocían de vista porque vivían en el mismo barrio.
  • El móvil del crimen "podría ser sexual".
Una de las prendas que el presunto asesino abandonó en la calle tras salir del domicilio de la víctima.
Una de las prendas que el presunto asesino abandonó en la calle tras salir del domicilio de la víctima.
POLICÍA NACIONAL
Una de las prendas que el presunto asesino abandonó en la calle tras salir del domicilio de la víctima.

La Policía Nacional detuvo el pasado domingo al presunto autor de la muerte de la mujer que fue apuñalada el pasado sábado en su piso de la calle Bravo Murillo de Madrid, un vecino del barrio de 53 años que está en tratamiento psicológico y que coincidió con la víctima de forma casual.

Así lo ha informado este martes el jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Madrid, Emilio Alcázar, que ha detallado que el crimen se produjo sin que existiera un móvil, de forma casual, y ha descartado que se debiera a un caso de violencia machista o a un robo.

Alcázar ha agregado que el supuesto autor del asesinato se encuentra en "tratamiento psicológico" y ha señalado que el móvil del crimen "podría ser sexual".

El detenido, J.M.G., que ha prestado declaración "lúcidamente", "pasará a disposición judicial" en las próximas horas.

Al parecer, la víctima, Consolación García, y el agresor, español y sin antecedentes policiales, se conocían de vista porque vivían en el mismo barrio, esa noche se encontraron de forma casual y subieron juntos al domicilio de la mujer, donde se produjo el crimen.

Una cámara de videovigilancia

Para el esclarecimiento del crimen ha sido clave una cámara de videovigilancia que captó el momento en el que el presunto asesino abandonó el domicilio de la víctima, tras lo que huyó a su piso abandonando por el camino algunas prendas de la mujer y el arma homicida, un cuchillo de cocina de grandes dimensiones.

El cadáver de Consolación fue encontrado el sábado en su piso de la sexta planta del número 39 de la calle Bravo Murillo de Madrid. Estaba en el dormitorio en medio de un charco de sangre con numerosas heridas por arma blanca en todo el cuerpo, especialmente en el pecho y el tórax.

El cuerpo fue hallado por un hermano de la víctima que llevaba varios días sin saber de ella y decidió entrar en el piso, utilizando un juego de llaves que le había dado su hermana.

Cuando volvía de hacer la compra

La detención del presunto asesino, que ya ha pasado a disposición judicial, se produjo el domingo al mediodía, cuando el hombre volvía de hacer la compra. En ese momento, agentes de Homicidios le invitaron a desplazarse a dependencias policiales para declarar, cosa que hizo de forma libre y voluntaria.

En comisaría, Jaime M. G. declaró que conocía a la fallecida de vista por ser vecina del barrio y que la noche anterior, cuando iba acompañado de un amigo, se la había encontrado en un bar. Según su versión, su amigo decidió irse a su casa y él acompañó a la chica a su domicilio.

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