El acusado de acabar con la vida de su ex pareja en Pedrajas de San Esteban, el 22 de septiembre del pasado año, reconoció ayer que mató a su ex mujer, pero que lo hizo porque se le fue "la cabeza" no porque lo tuviese premeditado, informó Ical.
Lo aseguró ayer durante su declaración ante un jurado popular, que debe dilucidar si fue homicidio o asesinato.
Los hechos se produjeron, tras una discusión por celos, en los servicios de la empresa Desime, donde ambos trabajaban.
El agresor cogio un cuchillo, que se encontraba en el botiquín del aseo, y asestó 17 puñaladas a la fallecida, siete en el cuello.
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